Enviado / La Plata
En la ciudad con calles numeradas, el Hotel Grand Brizo se ubica en la 51 y la 9. Está a unos 15 minutos del Estadio Único Diego Armando Maradona y frente por frente con el Teatro Argentino. Allí se hospedó Uruguay durante buena parte de su estadía ya que el escenario inaugurado en 2003 recibió cuatro de los siete partidos que disputó la Celeste en la Copa del Mundo.

El hall del hotel fue la oficina de Ovación durante varias mañanas y tardes ya que seguir cada paso del plantel implicaba estar cerca. En él es habitual que los empleados saluden y atiendan con mucha amabilidad, los mismos empleados que se fueron encantados con la presencia de Uruguay.

Algo similar ocurrió en Santiago del Estero donde la Celeste fue despedida con aplausos. En La Plata, a pesar de que había poco movimiento por el horario, hubo tiempo para que el plantel deje regalos y muestren parte de lo que se vio durante estos más de 20 días en tierra argentina.

"Desde que llegaron, después de Argentina, quería el campeón fuera Uruguay", indicó un empleado del hotel. "Se nota que es un lindo grupo, siempre fueron muy amables y por eso a uno lo pone contento que hayan ganado el título. Cuando se fueron a Mendoza les dijimos que los esperábamos de nuevo para el final", le dijeron a Ovación.

Foto: Darwin Borrelli.

Y así fue. Tras jugar ante Irak e Inglaterra, la Celeste viajó a Mendoza, luego a Santiago del Estero y volvió a La Plata. El Gran Brizo lo esperaba, pero lo que no imaginaba era lo que se venía después de la consagración de Uruguay. "Fue una locura", comentan entre risas los empleados del hotel.

Es que más de 100 personas dijeron presente en el hall para celebrar el título de la Celeste. Familiares, amigos y otros que simplemente como hinchas llegaron al hotel para disfrutar de la consagración. Poco a poco, eso también empezó a afectar los servicios porque en un momento tuvieron que informar que se habían quedado sin refrescos. "Por suerte todos se portaron muy bien", agregaron desde el hotel.

Foto: Darwin Borrelli.

Lo cierto es que en la mañana del lunes, antes de que el plantel se retirara uno a uno pasaron por la recepción a firmar una bandera de Uruguay que guarda la rubrica de cada uno de los futbolistas y de cada uno de los integrantes de la delegación. Entre ellos se preguntaban: "Firmaron todos, ¿no?", para asegurarse que cada uno deje su recuerdo.

Aunque el momento más emotivo para los empleados fue cuando los futbolistas les permitieron sacarse una foto con la Copa del Mundo. Y así partieron. Agradecidos al hotel que durante toda la estadía tuvo la bandera de Uruguay y el escudo de la AUF a la vista de todos.

Foto: Darwin Borrelli.