Nacional apronta valijas para São Paulo: la diferencia en la dimensión del Morumbí y qué pasará con Polenta

El entrenador Martín Lasarte sigue depurando su plan para viajar a Brasil en busca de la clasificación a los cuartos de final de la Copa Libertadores de América.

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Nicolás López y Diego Polenta en la previa del partido entre Nacional y
Nicolás López y Diego Polenta en la previa del partido entre Nacional y São Paulo por Copa Libertadores.
Foto: Estefanía Leal.

Martín Lasarte estuvo hace algunas semanas por Minas, distendido y acompañado de su hermano. Recién estaba dejando atrás el traje de desempleado para calzarse el de nuevo entrenador y hablar de Sebastián Coates o del Diente López era una utopía. Si había algo que podían asegurarle las sierras era la tranquilidad, muy lejos de la vorágine y el ruido mediático que vivió el pasado domingo en el Saroldi, a más de un mes de aquella vivencia.

No fue algo nuevo. Y mucho menos para alguien que dirigió en cuatro continentes diferentes, conoció toda clase de culturas, dirigió técnicamente a una selección (Chile) y a 12 equipos, entre los que ya estaba incluido Nacional.

Pero con 63 años algunas cosas cambian y así como la experiencia le juega a favor para hablarle en un tono paternal a los más chiquilines, el paso del tiempo también reduce su grado de paciencia, como se ha visto en algunas de sus últimas conferencias de prensa.

Algo incómodo por la locación, Lasarte dio una fugaz declaración en el Parque Saroldi y se retiró serio, aunque dispuesto en todo momento a dar explicaciones a la prensa. Incluso para responder a una última pregunta, que entró por fuera del orden permitido por el jefe de prensa Adolfo Bidegain.

De lo que no habló (porque no se lo preguntaron) fue del pospartido. De cómo procesarán en la interna lo que pasó en el alocado empate contra River Plate y cómo enfocará su plan para salir a jugar la vuelta de octavos de Libertadores contra São Paulo este jueves. A juicio del Chory Castro -uno de sus discípulos- este tipo de episodios quedan en la anécdota porque es “especialista en el manejo de grupo”.

La planificación y lo que deberá decidir Lasarte para la visita de Nacional a São Paulo

Martín Lasarte, DT de Nacional
Martín Lasarte, DT de Nacional.
Foto: Ignacio Sánchez.

Referido a lo deportivo, el primer problema a resolver para Lasarte será de atrás hacia adelante. Diego Polenta no entrenó ayer con sus compañeros y se presentó en Los Céspedes “dolorido”, pero sin mayores complicaciones. Eso se tomó como una buena noticia en la interna y, dependiendo de su evolución, podría (o no) jugar en compañía de Sebastián Coates. Viajará.

Siguiendo el orden territorial, la siguiente complicación la tendrá en el mediocampo y en el orden táctico que le dará a sus jugadores para no volver a repetir el desorden que dejó la performance con River.

El sector de la cancha que presentó una de las principales mejoras desde su llegada a Nacional -con la consolidación de Christian Oliva (expulsado) y la compañía de Lucas Sanabria y Alexis Castro (molestias musculares)-, no tuvo a ninguno de los tres protagonistas habituales a disposición y borró con el codo todo lo bueno que había escrito antes con la mano.

“Siempre los jugadores con rodaje tienen un plus. Esto no significa que no haya matices”, cree el técnico, que así lo dejó expuesto en una de sus últimas apariciones públicas.

El capítulo Nicolás López merece un párrafo aparte, a la altura de la atención especial que le está dando el cuerpo técnico desde su llegada.

Nicolás "Diente" López en Nacional.
Nicolás "Diente" López en Nacional.
Foto: @Nacional.

De a poco, según transmitieron fuentes tricolores, está mejorando los bajos valores musculares que trajo de México, algo que era esperable después de varios meses sin jugar.

Demostró en 45’ en el Parque Saroldi que es ese jugador “diferente” del que hablaba Lasarte: además de un gol, estrelló en el palo el remate previo al gol de rebote del Ojito Rodríguez y aportó buena visión de juego con pases filtrados para Gabriel Báez. Podría ser la carta guardada para el golpe de suerte, aunque todavía no está al 100%.

El otro que dejó buenas sensaciones fue el número 10, Mauricio Pereyra, que jugó de memoria con Diego Zabala y le allanó el camino en varias ocasiones a sus compañeros. Su rendimiento preocupaba en la interna, según pudo saber Ovación. Por eso no jugaba.

Mauricio Pereyra con pelota ante la marca de Ramiro Cristóbal en el partido entre River Plate y Nacional.
Mauricio Pereyra con pelota ante la marca de Ramiro Cristóbal en el partido entre River Plate y Nacional.
Foto: Estefanía Leal.

La visión que le aporte el profesor Marcelo Tulbovitz será clave en la decisión final que tome el DT junto a sus colaboradores para armar el equipo definitivo. Las pistas que dio el domingo con el cuadro titular podrían predecir una suplencia cantada para Diego Zabala, que juega en un puesto que requerirá un desgaste físico importante. Hay que esperar.

El Morumbí, que recibirá el partido, es un estadio más grande en sus dimensiones (108 metros de largo por 72,7 de ancho) que el Gran Parque Central (105x68). Los locales pondrán toda la carne en el asador, pero también necesitarán de la leña.

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