LOS HECHOS DE 2021

La contracara de aquella vieja afirmación de que el fútbol brinda revancha cada domingo es el peligro de perder la alegría de hoy dentro de una semana. En un año singular, en el cual se definieron dos Campeonatos Uruguayos, Nacional tuvo que enfrentar esa fecha de caducidad tan rápida de los éxitos deportivos.

En abril de 2021, el tricolor ganó el bicampeonato derrotando con gran claridad en dos finales a Rentistas; en diciembre perdió el tricampeonato en la fecha final del Clausura. El almanaque y el ritmo frenético del fútbol hace parecer aquel título como algo lejano, pero no fue hace tanto. Vale la pena repasar todos esos episodios.

El Uruguayo 2020 arrancó en febrero de ese año y el 13 de marzo se paralizó ante el estallido de la pandemia. Después, con protocolos y pruebas de covid a todos los jugadores, la actividad se reanudó a puertas cerradas en agosto.

El Apertura quedó en manos de Rentistas, venciendo en una final a Nacional. A continuación se disputó el Intermedio, cuyos finalistas fueron Wanderers y Nacional. La definición se postergó hasta 2021 debido a un brote de coronavirus. Al fin se jugó el 14 de enero y el tricolor se impuso por penales.

El Clausura coronó a Liverpool, pero Nacional, que no hizo un buen torneo, quedó primero en la tabla anual gracias sobre todo a los puntos del Apertura y el Intermedio: fueron cuatro unidades sobre el segundo, justamente Liverpool. Correspondía una semifinal Rentistas-Liverpool, que los Bichos Colorados vencieron por penales.

La final del Uruguayo fue Nacional-Rentistas. El 4 de abril en el Gran Parque Central, el dueño de casa prácticamente liquidó la serie con un rotundo 3-0 (dos de Bergessio y uno de Laborda). Tres días más tarde, en el Complejo Rentistas, Nacional rubricó la campaña venciendo con otro de Bergessio.

Menos de un mes después comenzó el Uruguayo 2021, que Nacional afrontó con la novedad de la contratación del técnico de Rentistas, Alejandro Capuccio. También a dos argentinos de reconocida trayectoria, Leandro Fernández y Andrés D’Alessandro. El objetivo era el tricampeonato.

Debe decirse que hasta los últimos minutos de la última fecha del Clausura tuvo chance, aunque la campaña estuvo llena de tropezones, entre la actividad local y la internacional, con una línea futbolística muy desdibujada. Cappuccio fue cesado y reemplazado por Martín Ligüera; los argentinos no rindieron en el nivel esperado.

INESTABILIDAD. En las dos últimas temporadas y por responsabilidad de sus dirigentes, el tricolor otorgó el handicap de la inestabilidad de sus procesos de conducción: en el torneo que ganó tuvo tres técnicos diferentes (Gustavo Munúa, Jorge Giordano y Ligüera) y en el que perdió dos (Capuccio y Ligüera). Esto impidió que se le viera una línea de juego estable. Y, como en un círculo vicioso, fueron cayendo los entrenadores.

Sin embargo, a través de todo el 2021 mostró capacidad para ganar partidos incluso sin jugar bien. Eso le allanó el camino hacia el título 2020 y le sostuvo la esperanza en 2021. En gran medida se debió a la presencia de Gonzalo Bergessio, especialista en fabricarse las oportunidades y luego definirlas. Pero las defensas rivales fueron tomándole la mano, Nacional tampoco colaboró con un acompañamiento apropiado y cuando bajó la productividad goleadora del argentino, se perdió aquella efectividad.

De esa manera, los festejos de abril se convirtieron en frustración en diciembre. Solo habían pasado diez meses, pero en fútbol eso es mucho tiempo.