Redacción El País
Con el correr de los días mientras el fútbol uruguayo sigue parado, la sanidad de Nacional pasó de estar totalmente abarrotada por futbolistas que iban cayendo por distintas razones semana a semana a volver a sembrar calma y tranquilidad para el entrenador Álvaro Gutiérrez, que, poco a poco, fue ganando tiempo con los lesionados.
Al cabo de unas semanas, el sector pasó de estar en permanente atención por seis jugadores a centrar sus cuidados en solo dos que ya atraviesan el tramo final de su recuperación: Gonzalo Carneiro y Renzo Sánchez.
El primero sufrió una fractura en el tercio medio del peroné y se espera que esté listo para mediados de octubre. Se lo probará durante la primera semana y luego se le hará una evaluación completa, aunque ya está autorizado para realizar trabajos con pelota.
En el caso del juvenil, que sufrió una rotura de ligamentos cruzados a comienzos de marzo, el proceso continúa de acuerdo a los tiempos esperados.
Según supo Ovación con fuentes allegadas a su entorno, el futbolista se encuentra “muy bien, motivado” y de a poco le sumó a los trabajos con pelota mayor intensidad y más ritmo.
El último que dejó la plaza de los lesionados es José Alberti, quien ya volvió a entrenar con normalidad junto a sus compañeros. Será parte del amistoso que jugará mañana Nacional contra Deportivo Maldonado a las 10:00, la hora habitual de los entrenamientos en Los Céspedes.
El partido sucederá a los que ya jugó el equipo en los últimos días contra Sud América -victoria 2-0- y Atenas de San Carlos -goleada 5-1-.
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