COPA LIBERTADORES

JUAN PABLO ROMERO

En los últimos partidos Nacional perdió la línea de evolución que venía mostrando en su juego. Los rivales le han generando demasiado peligro, el mediocampo por momentos pasa zozobras y las situaciones de gol a favor escasean. Claro que las actuaciones individuales influyen, y en algunos casos han mermado en su rendimiento, pero hay cosas que a nivel colectivo están fallando.

Pablo Repetto está aferrado al 4-2-3-1, su esquema madre, y rara vez se ha alejado de él. Hoy hay jugadores que no le están rindiendo para utilizar ese sistema, porque a Alex Castro le está costando tener un buen nivel después de la lesión y porque Alfonso Trezza ayuda mucho en la fase defensiva, pero tiene en el debe la finalización de las jugadas. Además, hay momentos en los que Emmanuel Gigliotti tiene que bajar para entrar en contacto con la pelota y Nacional se queda sin peso en el área.

Cada vez que se le ha preguntado a Repetto por el 4-4-2, o el jugar con un doble “9”, deja en claro que no es de sus primeras opciones. Y lo sigue demostrando. Ayer ni siquiera entró Juan Ignacio Ramírez, un jugador que llegó para ser protagonista y que se pasa más tiempo en el banco que en la cancha. Incluso cuando entró Franco Fagúndez, el tricolor siguió respetando el esquema, porque jugó de enganche.