GRUPO C

En los torneos internacionales es imperativo no dejar puntos para mantener el objetivo de avanzar y Nacional lo hizo en el 0-0 ante Estudiantes de La Plata en el Gran Parque Central por la segunda fecha del Grupo C de la Copa Libertadores. El tricolor fue superior, tuvo más la pelota e hizo un buen partido en líneas generales, pero falló en la concreción, al punto incluso de haber desperdiciado un penal.

Buen comienzo tuvo el tricolor, controlando la pelota y siendo profundo. Antes de los 10 minutos el conjunto de Pablo Repetto ya había conseguido dos llegadas peligrosas: una de Alfonso Trezza luego de ganar en velocidad y otra de Emanuel Gigliotti, con un remate que pasó al lado del caño.

Trezza, que constantemente se intercambió de punta con Alex Castro, fue imparable. Generó varias llegadas, puso otra pelota de gol que Gigliotti no pudo aprovechar y sobre la media hora llegó una jugada clave. Manejó bien la pelota Nacional en tres cuartos, profundizó Cándido con el Puma y éste recibió la falta de atrás de Morel en el área. Penal, inapelable.

Felipe Carballo, que venía de anotar dos tiros desde el punto blanco el fin de semana en el 6-0 sobre Boston River (el volante anotó tres ese día), remató bajo y a la derecha de Andújar, quien adivinó su intención y contuvo el disparo. Ahí tiene algo para trabajar Repetto que no tiene que ver con lo táctico sino con lo técnico: hay que entrenar los lanzamientos de penales.

El golpe anímico lo sintió el tricolor, porque perdió empuje en ofensiva, aunque sí mantuvo el orden defensivo que le permitió frenar a Estudiantes lejos de su arco, al punto que Sergio Rochet (quien volvió esta noche luego de la lesión sufrida en Brasil ante Bragantino) prácticamente no tuvo trabajo al ser poco exigido. El primer tiempo se fue sin goles, con la sensación de que Nacional mereció más pero que, por impericia propia, no pudo lograrlo.

El tricolor no había jugado mal y por eso Pablo Repetto decidió que salieran los mismos 11 a jugar el complemento. Al tricolor solo le había faltado puntería, porque había sido un equipo paciente, ordenado, con llegada por las bandas, firme en el medio, buena circulación de balón y profundidad. Sin embargo, el inicio de la segunda mitad dejó otra sensación.

Estudiantes empezó a ganar las divididas, fue más vertical, saltó líneas rápidamente y sacó contraataques que comenzaron a inquietar y a costar faltas peligrosas alrededor del campo.

Repetto rápidamente buscó reactivar al equipo y por eso mandó al campo a los 57' a Diego Zabala —quien en los últimos partidos ha sido el revulsivo tricolor— por Monzeglio. Y logró el objetivo, porque nuevamente el tricolor encontró su ritmo. Generó un par de llegadas más, aunque sin inquietar demasiado.

El técnico siguió buscando soluciones y por eso mandó al campo a Brian Ocampo, Diego "Torito" Rodriguez, Christian Almeida y Franco Fagúndez, quemando así todas las variantes. Repetto fue por los tres puntos, pero también arriesgó, porque quedó con un 4-4-2, con Torito y Zabala en el doble cinco, Castro y Ocampo como extremos y Fagúndes y Gigliotti arriba.

Los minutos finales encontraron a Nacional con la pelota, yendo al frente y tratando de vulnerar a un Estudiantes abroquelado atrás tratando de aguantar el empate para llevarse un punto y, por qué no, soñando con un contraataque que le diera dos unidades más.

No hubo caso: el cero no se rompió y al final fue un punto para cada uno. Para el tricolor tuvo gusto a poco, porque fue en casa y necesitaba sumar de a tres luego de haber perdido en el debut. Sin embargo, también puede conformarse con dos cosas: no perdió ante el equipo favorito a ganar el grupo y que se pudo haber llevado el triunfo en tiempo de descuento si no fuera por una gran tapada de Rochet; y ante ese conjunto hizo méritos suficientes como para vencer luego de dominarlo durante casi todo el juego.