CLÁSICO
Los dirigentes ganaron afuera y los jugadores adentro. Brian Ocampo y Camilo Cándido marcaron los goles para el triunfo 2-0 sobre Peñarol.
Nacional se puso en ventaja en el clásico el sábado a la noche en Brasil y ayer lo liquidó en el Gran Parque Central. Apenas el Ministerio del Interior corrió el horario del clásico, el martes a la noche, los dirigentes tricolores se movieron y ejecutaron todo para repatriar a sus futbolistas de inmediato en caso de que se consume la eliminación de la selección. Fue lo que finalmente ocurrió.
Minutos después de que David Ospina le atajó el penal decisivo a Matías Viña, tanto Sergio Rochet como Camilo Cándido y Brian Ocampo levantaron sus pertenencias de la concentración y se enfocaron en el clásico. Los futbolistas de Peñarol quedaron a la espera, sin saber qué hacer. Lo cierto es que terminaron pasando la noche en Brasil y cuando Giovanni González y Facundo Torres se pudieron subir al avión, los tres jugadores de Nacional ya habían sido recibidos por Alejandro Cappuccio tres horas antes en la concentración y estaban descansando.
Los aurinegros pisaron suelo uruguayo a menos de tres horas para el clásico, se cambiaron y se subieron al ómnibus. No dio tiempo para nada más y Mauricio Larriera los terminó mandando al banco. Cappuccio, en tanto, los largó a la cancha.
Cuando arrancó el clásico, Nacional ya estaba ganando porque puso toda la carne en el asador. Tan importantes son estos futbolistas para estos equipos que los dos goles los marcaron los futbolistas de campo que citó el maestro Tabárez y Rochet fue el otro punto alto del equipo que evitó que Peñarol se pusiera en ventaja. Del lado aurinegro, lo mismo. Su punto más alto en el partido fue cuando ingresó Torres. Abrió espacios, hizo jugar al resto y cargó del faltas al rival.
El partido
El primer tiempo arrancó movido y entretenido. De hecho, antes de los 5’, cada equipo ya tuvo una aproximación de peligro al área rival. A los 7’, Pablo Ceppelini hizo volar a Rochet con un tiro libre muy bien ejecutado que casi termina en el ángulo. Después poco y nada. El partido cayó en volumen de juego y casi no se generaron situaciones de gol.
En el complemento la visita pisó el acelerador con el ingreso de Torres, pero cuando mejor estaba Peñarol, fue Nacional el que se puso en ventaja.
A los 71’, Ocampo abrió el tanteador con una genialidad. Recibió sobre el vértice del área, sacó a pasear a Juan Acosta y definió entre las piernas de Kevin Dawson.
A partir de ahí fue todo de Nacional. Los nervios se apoderaron de Peñarol y encima a los 84’, Camilo Cándido quedó cara a cara con Dawson para bajarle el telón al partido.
El regreso de los clásicos al Gran Parque Central tras 92 años fue con triunfo para Nacional. Y fue justo. Lo empezó a ganar en Brasil y lo liquidó en casa. Y esta vez, lo ganaron todos: los jugadores, el técnico y los dirigentes.