TORNEO CLAUSURA
Se completó el partido que había comenzado el domingo a la noche y el resultado no fue bueno para ninguno de los dos; menos aun para el tricolor, que fue perjudicado.
Nacional y Liverpool igualaron 0-0 por la tercera fecha del Torneo Apertura luego de completar este lunes el partido que comenzó el domingo y quedó trunco a los 32 minutos por el temporal. El tricolor volvió a dejar puntos y el negriazul perdió la punta.
Al haber viajado al exterior para participar de un partido por Copa Libertadores, José Burgos no arbitró este lunes y en su lugar lo hizo Daniel Rodríguez. Si la actuación de Burgos habían sido polémica (una mano en el área de Hernán Figueredo no pitada y una falta dudosa de Juan Ignacio Ramírez sobre Lentinelly) el domingo a la noche en el primer tramo del juego, la de su sucesor no le fue en saga.
A los 39' (siete después de reiniciado el juego), Gonzalo Carneiro fue a buscar un balón profundo, se barrió y golpeó en la rodilla a Sergio Rochet pese a que intentó recoger las piernas. El delantero negriazul ya había visto la amarilla el domingo a la noche y todo Nacional pidió la segunda amonestación, que significaba expulsión. El árbitro enérgicamente dijo que no.
El descanso llegó rápido y el ingreso al túnel fue con escaramuzas. ¿Qué pasó en lo futbolístico en estos 13 minutos? Nacional tuvo un par de aproximaciones, una de ellas con el ingreso del Colo Ramírez y la definición rastrera que tapó Lentinelly.
Segundo tiempo
Jorge Bava, técnico de Liverpool, cortó por lo sano para la vuelta a jugar el segundo tiempo: sacó a Carneiro y mandó a Alan Medina en su lugar. También cambió la postura del equipo, que salió a presionar más arriba, robó la pelota más cerca del arco tricolor y tuvo una clara chance para anotar con un disparo de Figueredo que salió pegado al caño.
Nacional no reaccionaba, perdía muchos balones y no lograba conectarse el medio con la ofensiva, pero un desborde por derecha del Pumita Rodríguez a los 62' encontró al Colo Ramírez por el segundo palo para que la empujara hacia la red. Gol, grito, alivio, pero mientras el goleador pedía perdón por haberle anotado al equipo del cual es el máximo anotador histórico, el asistente Horacio Ferreiro levantó la bandera y macó posición adelantada.
La televisión tiró la repetición y quedó claro que el Colo estaba claramente habilitado. El Gran Parque Central explotó, porque los hinchas estaban viendo los monitores de los palcos y así se percataron de la injusticia, porque ni siquiera fue una polémica.
Allí el partido sufrió un quiebre, porque Nacional se sintió herido, se rebeló y comenzó a llegar. Primero tuvo un disparo lejano del Pumita Rodríguez que se fue cerca del palo y luego una llegada del Colo que no definir cómodo. Pero también hubo respuesta de Liverpool, que luego de un muy buen contraataque vio cómo Thiago Vecino bajó de cabeza el balón en el área para Figueredo, quien disparó desviado.
Para Repetto llegó el momento de los cambios. Puso a Gigliotti por Trezza y resignó velocidad por potencia. Cambió el 4-2-3-1 a un 4-4-2, con piernas frescas en el medio ante el ingreso de Joaquín Trasante por Diego Rodríguez. Pero no fue suficiente.
En la semana previa al clásico Nacional empató y dejó dos puntos más por el camino. Tiene cuatro y perdió cinco, aunque es cierto que en este caso fue claramente perjudicado por los penales no sancionados y el gol mal anulado.
Liverpool, en tanto, ya no es líder en exclusiva. Ahora comparte esa primera posición con Wanderers.