Nacional 3-1 Peñarol: el tricolor superó al mirasol en todos los aspectos y ganó el clásico con mucha autoridad

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Los jugadores de Nacional celebran el triunfo clásico. Foto: Estefanía Leal.

EN EL GPC

Con goles de Mathías Laborda, Luis Suárez y Camilo Cándido, el albo se impuso ante el carbonero, que descontó con un tanto de Kevin Méndez en el Gran Parque Central.

Nacional dominó absolutamente todos los aspectos del juego y derrotó a Peñarol por 3 a 1 esta tarde en el Gran Parque Central, donde se vivió una verdadera fiesta en el encuentro correspodiente a la cuarta fecha del Torneo Clausura.

El tricolor, que comenzó mejor el partido, dominando y llegando por las bandas al área mirasol, logró la ventaja en el cierre del primer teimpo gracias a un cabezazo de Mathías Laborda a los 46' tras un tiro de esquina de Franco Fagúndez.

En el complemento, apareció Luis Suárez, una de las figuras de la tarde, para poner un golazo y aumentar la ventaja del local a los 52' y por más que el aurinegro descontó con un tanto de Kevin Méndez a los 61'. luego de que el encuentro estuviera detenido durante siete minutos por incidentes en las tribunas del Gran Parque Central, Camilo Cándido le puso las cifras definitivas al partido anotando el 3-1 para los de Pablo Repetto.

Nacional y Peñarol en el Gran Parque Central. Foto: Estefanía Leal.
Nacional y Peñarol en el Gran Parque Central. Foto: Estefanía Leal.

Primer tiempo

Segundos. Apenas eso fue lo que duraron las posesiones de Peñarol en el primer tiempo, porque el propio equipo mirasol no era fino con los pases o porque la presión de Nacional le permitía recuperar el balón al tricolor.

Muy distinta fue la historia por el lado locatarioa porque el conjunto de Pablo Repetto que fue claro con la pelota. Encontró los espacios, pero también lo hizo con Kevin Dawson, el mejor de la visita en los primeros 45'.

Desde el inicio mismo del partido, el equipo albo salió en busca del gol. La movilidad de Fagúndez, el buen pie de Carballo y la experiencia de Suárez le dieron al local las chances más claras.

Fue Fagúndez que puso en carrerra a Carballo en el arranque del juego y cuando iba a quedar mano a mano con Dawson, el guardameta cortó la acción saliendo fuera del área grande.

Nacional y Peñarol en el clásico en el Gran Parque Central. Foto: Juan Manuel Ramos.
Nacional y Peñarol en el clásico en el Gran Parque Central. Foto: Juan Manuel Ramos.

Un cabezazo que no pudo ser certero de Suárez generó peligro nuevamente sobre el arco aurinegro, ese que sufría las llegadas por banda de Leandro Lozano y José Luis Rodríguez, laterales que fueron punteros.

Y no es casualidad que con hombres de bandas se produjeran las dos más clara de Nacional. Primero con el Pumita por derecha y luego con Cándido por izquierda. Ambos aparecieron solos dentro del área pero sin ángulo y con Dawson que achicó bien los espacios: una al saque de arco, la otra al tiro de esquina.

Por el lado de Peñarol, a Laquintana lo buscaron mal. Brian Lozano no pudo hacerse del esférico y Viatri peleó en la altura más de lo que le permitieron jugar. El aurinegro no tuvo la pelota y se notó.

Una y otra vez el fútbol se volcó sobre la tribuna Abdón Porte, esa sobre la que atacó Nacional quien fue el principal protagonista del juego y el que más quiso.

Y tanto lo quiso Nacional, que lo terminó encontrando. Tal vez de la forma que menos lo había buscado, pero que le fue efectiva. Tiro de esquina de Fagúndez y cabezazo de Laborda que en el cierre de la primera parte adelantó a los tricolores.

Mathías Laborda celebra su gol clásico. Foto: Estefanía Leal.
Mathías Laborda celebra su gol clásico. Foto: Estefanía Leal.

Segundo tiempo

Nacional lo mereció y Nacional lo consiguió porque en el complemento comenzó a gestar una gran victoria en el clásico del Clausura. El tricolor fue más durante todo el partido. Lo demostró con fútbol y también en el marcador. Como si eso fuera poco, el hincha se sacó las ganas de gritar un golazo de Luis Suárez.

Saber cómo iban a transcurrir los primeros minutos del complemento era la incógnita. Peñarol generó la primera clara del duelo tras un remate de Méndez, pero inmediatamente un mazazo.

Luis Suárez tomó la pelota de zurda y de afuera del área. Sin pensarlo, pero con la precisión que lo caracteriza, sacó un zapatazo que se incrustó en el ángulo derecho de Dawson que poco pudo hacer para evitar la conquista a los 52 minutos.

La ventaja le dio tranquilidad a Nacional, pero también lo llevó a sacar el pie del acelerador y eso fue lo que aprovechó Peñarol para arrimarse. Kevin Méndez recibió en la puerta del área y sacó un remate a colocar, rastrero y que se coló sobre el palo izquierdo de Rochet a los 61'.

Kevin Méndez celebra su gol clásico. Foto: Estefanía Leal.
Kevin Méndez celebra su gol clásico. Foto: Estefanía Leal.

Incertidumbre en el resultado que rápidamente fue cambiada por dudas y juego detenido, más allá de que poco tenía que ver con lo ocurrido en cancha. Proyectiles que volaron y clásico que así no podía seguir.

Volvió la tranquilidad a las tribunas y con ella llegó el golpe de gracia, ese que terminó dando Camilo Cándido al colocar el 3-1 a los 74 minutos. El volante llegó al área rival y lejos de ponerse nervioso se sacó un hombre de arriba y definió cruzado para volver a superar al arquero mirasol.

Si de arqueros hablamos, hay que hacer una mención a Sergio Rochet que incluso cuando Nacional fue superior, terminó siendo clave. Primero en un mano a mano ante Rivero, luego tras un cabezazo de Bentancourt y por último luego de una chilena de Rossi.

El guardameta evitó un nuevo descuento de Peñarol que mejoró en el complemento, pero que de todas maneras quedó en el debe. Nacional no perdonó, venció al aurinegro con claridad y le dio un golpe muy fuerte porque con esta derrota, el equipo de Leonardo Ramos se empieza a despedir del Torneo Clausura mientras que los de Pablo Repetto dieron un paso gigante para seguir peleando por el título de campeón del Uruguayo 2022.

Camilo Cándido celebrando su gol clásico. Foto: Estefanía Leal.
Camilo Cándido celebrando su gol clásico. Foto: Estefanía Leal.

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