COPA LIBERTADORES
El técnico puso un equipo alternativo, pero La Academia no fue Estudiantes de Mérida. El conjunto argentino ganó, le quitó el invicto al tricolor y ambos son líderes del grupo F.
El puntaje perfecto (12 en 12) y la clasificación a octavos de final de la Copa Librtadores abrochado le permitieron a Nacional recibir a Racing sin urgencias. En juego estaba el primer lugar del Grupo F, el que aseguraba el tricolor en caso de ganar. Gustavo Munúa volvió a colocar un equipo alternativo, pues los titulares fueron reservados para el partido del sábado ante Liverpool por el Apertura. Y, como hace dos semanas, el triunfo fue para el visitante. Racing venció 2-1 a Nacional.
Los hinchas tricolores que soñaban con terminar la fase de grupos con su club como el mejor de todos, aspiración con toda lógica luego de haber ganado los cuatro anteriores encuentros, vieron como muy arriesgada la apuesta del entrenador justamente ante el gran rival en la serie.
Y, más allá del buen comienzo que tuvo Nacional con llegadas profundas y peligrosas, rápidamente quedó demostrado que la experiencia en este tipo de partidos paga. Racing llegó con lo mejor que tiene, lo puso en cancha y a los 17' ya estaba en ventaja con el gol de Reniero.
¿La explicación? Los errores que tuvo el tricolor en la salida. En el afán de salir con balón a ras del piso y redondito, el juvenil Emiliano Martínez dejó corto un pase a Mathías Laborda y la presión alta de la visita dio sus réditos, porque Reniero recuperó la pelota y remató cruzado para vencer a Rochet.
En cierta manera fue un revival pero al revés de lo ocurrido en Avellaneda hace dos semanas, porque entonces Racing sorprendió por sus arriesgadas salidas jugando desde adentro de su propia área y un error generó el penal que Gonzalo Bergessio transformó en el 1-0 final.
Para el regreso al complemento Racing mantuvo la postura, pero ya no tuvo tanta energía. La presión que tiró ya no fue tan efectiva y eso le permitió a Nacional manejar el balón con un poco más de comodidad. Y el tricolor lo aprovechó.
Aunque sin claridad, llegó al empate. El gol no fue muy elaborado que se diga, porque un centro desde la derecha fue peleado en el área por Thiago Vecino, quien forzó un rebote y el gol en contra del defensa Soto. A los 53' Nacional recuperaba la punta del grupo con el 1-1 e iba por más, porque casi enseguida Munúa mandó a la cancha a Gonzalo Bergessio, Claudio Yacob y Alfonso Trezza.
Los cambios potenciaron el ataque tricolor, pero el que encontró el gol fue Racing, que a esa altura parecía ya conformarse con el empate que le aseguraba presencia en octavos de final.
Rochet salió con demasiada vehemencia a cortar un centro, Sigali lo anticipó con la cabeza y el arquero se lo llevó por delante. Penal, bien cobrado porque la pelota todavía estaba dentro de la cancha. Fértoli lo transformó en el 2-1 para otra vez darle alcance en la tabla a Nacional. Otro paralelismo con el partido de ida en Avellaneda: se decidió con un penal.
En definitiva, Munúa volvió a apostar por los jóvenes y esta vez no le salió bien porque Racing no fue Estudiantes de Mérida. Esto no significa que haya errado en la decisión, porque está claro que la prioridad de Nacional está en vencer el sábado a Liverpool en Belvedere, porque allí se juega mucha chance de ganar el Apertura. Los octavos de final ya estaban asegurados y el primer puesto al alcance de la mano.
Tricolores y racinguistas, ambos clasificados, están igualados en todo: 12 puntos, 7 goles convertidos y 3 recibidos. Todo se decidirá en la última fecha, cuando Nacional reciba a Alianza Lima y Racing a Estudiantes de Mérida.