Nacional emitió este jueves un comunicado repudiando los hechos de violencia registrados el pasado miércoles en el Gran Parque Central, donde cientos de hinchas de Boca Juniors fueron reprimidos por la policía al constatar irregularidades en los ingresos.

Por intermedio de un comunicado, el club dio cuenta de que se registraron un total de 850 entradas falsas cuando, en realidad, la venta oficial había sido de 2.200 localidades. El público argentino, que se alojó en la Tribuna Héctor Scarone, agotó rápidamente los boletos ni bien salieron a la venta, aunque también hubo miles de hinchas que decidieron viajar sin tener garantizado el acceso al estadio.

"Es importante destacar que Nacional y Boca tienen una profunda relación de amistad basada en una historia institucional repleta de acercamientos y episodios históricos que nos hermanan", señala el mensaje, que fue emitido 48 horas después de que los dirigentes de ambos clubes compartieran un asado de camaradería.

La misiva también señala que existió un trabajo de colaboración para planificar los partidos de ida y vuelta, correspondientes a los octavos de final de la Copa Libertadores, con la intención de "asegurar un ambiente seguro y propicio" para el desarrollo de ambos cruces.

"Ante estos lamentables sucesos, el Club Nacional de Football quiere expresar su solidaridad con la institución xeneize y sus hinchas y ofrece toda la colaboración para ayudar a determinar las causas de los incidentes y detectar las responsabilidades correspondientes", agrega.

El comunicado concluye con un pedido expreso para que los hinchas tricolores no viajen a La Bombonera, donde se jugará el partido de vuelta, sin antes adquirir su entrada.

Ovación dialogó el pasado miércoles con algunos de los hinchas que llegaron de manera anticipada al Gran Parque Central y manifestaron su descontento con el operativo. Lautaro, uno de los que viajó desde Buenos Aires, acusó a la policía de ser un "desastre" y remarcó que "los regalaron" frente a los hinchas de Nacional que los persiguieron en patota.

“Había ganas de pegar”, aseguró otro de los fanáticos que pidió no identificarse.

El revuelo, que se generó en la zona de Parque Batlle previo al partido, siguió horas más tarde en la llegada al estadio y continuó posteriormente en Tres Cruces, donde también se registraron incidentes sobre la madrugada de este jueves.