Por Juan Pablo Romero.
Da la sensación de que Nacionalse va acomodando en la temporada después de un inicio irregular que provocó, entre otras cosas, la salida del técnico Ricardo Zielinski. Anoche el equipo de Álvaro Gutiérrez se quedó con el triunfo contra Deportivo Independiente Medellín por 2 a 1 con un gol en la última pelota del partido, marcado por Fabián Noguera, que en una semana hizo dos goles y ya se está metiendo a los hinchas en los bolsillos, no solo por ese hecho, sino por lo que suma adentro de la cancha con su actitud.
Con su victoria, Nacional rompió con algunas estadísticas en una gélida noche de Gran Parque Central, más propia de un invierno que se aproxima con fuerza en Uruguay. Por primera vez en la temporada pudo hilvanar dos triunfos al hilo tras lo que fue el contundente 4-0 contra Fénix; segundo, venció a un equipo colombiano de local por Libertadores después de 21 años ya que para encontrar la última victoria había que remontarse hasta abril de 2002, cuando los albos vencieron a América de Cali por los octavos de final en una noche en la que Luis Barbat se había transformado en héroe; tercero, Gastón Pereiro anotó un gol. Es cierto, ya le había marcado a Cerro por el Apertura, pero hacía varios encuentros que no podía mandar la pelota al fondo de la red. Si bien el rendimiento general del 20 no logra dar el salto de calidad-volvió a tener una actuación por debajo de lo esperado- al menos marcó, algo que le puede permitir crecer en confianza.
EL PARTIDO. Gutiérrez apostó por la frescura de Yona Rodríguez en lugar del Torito Rodríguez, teniendo en cuenta que no tendrá al 5 por tres partidos en el Apertura, en una decisión que instaló polémica en la previa y que fue explicada luego en conferencia por el técnico. También, como era de esperar, Diego Polenta fue titular en lugar de Marcos Montiel.
Desde los primeros minutos Diego Zabala fue quien manejó los hilos y los tiempos del equipo. Nacional atacó inicialmente por derecha, con una sociedad que fue encontrando forma con Didí, Fede Martínez y Lozano.
A Nacional le costaba generar peligro, mientras que el DIM incomodaba con los envíos largos a las espaldas del lateral. En la mitad de la cancha no siempre las coberturas llegaban a tiempo y eso generó que, por momentos, Daniel Torres jugara con demasiada libertad.
Pase de Zabala, remate del Colo y gol de Pereiro a los 37’. Mancomunión con los hinchas de la Abdón Porte, lo que provocó la amarilla para el autor del tanto. Qué importaba, si la felicidad era inmensa.
Nacional no había pasado mayores sobresaltos en el partido. Bruno Damiani -que ya había entrado a la cancha por el Colo Ramírez- mandó un cabezazo afuera a los 62’. El joven nueve entró motivado y estuvo participativo. El tricolor tuvo una pelota en el palo tras un tiro libre de Fede Martínez y otro cabezazo de Damiani que sacó bien Luis Vásquez.
Pero el DIM encontró el gol a los 78’ por intermedio de Luciano Pons, en un centro al corazón del área y a las espaldas de Noguera. Nacional ya no tenía cambios (el Guti se guardó uno porque ya había quemado las ventanas), pero se fue al ataque, sabiendo que podía quedarse con las manos vacías. Estuvo cerca, pero Polenta desactivó la bomba (81’).
Nacional tuvo las suyas: mano a mano de Damiani, cabezazo de Noguera, remate de Monzeglio. Y el gol llegó en la última: tras una segunda pelota, Noguera remató y anotó el 2-1, en un balón que dio en la mano de Damiani, pero como era la que tenía apoyada en el piso, el VAR validó la acción. Enojo colombiano, protestas por doquier y un festejo alocado de todo Nacional, que nuevamente tuvo a su hinchada como el jugador número 12.