Los tricolores deberán jugar en la altura de Bogotá con tres bajas de peso para revertir un 0-2 en contra.

La de hoy no será una noche más para Nacional, que tendrá que hacerle frente a varias adversidades para superar el primer gran obstáculo de esta temporada si es que quiere seguir peleando en la Sudamericana.

El tricolor enfrentará a Independiente Santa Fe de Bogotá a partir de la hora 21 de Uruguay en una ciudad enclavada a 2.600 metros sobre el nivel del mar. Esa será la primera gran dificultad del equipo de Gustavo Munúa, que viene de vencer a Juventud 3-2 por el Torneo Apertura.

Pero no todo se reduce a la altura. Nacional tendrá la ausencia de tres jugadores que vienen siendo parte de la columna vertebral del equipo desde que Munúa asumió como entrenador. Diego Polenta, bastión de la zaga, e Iván Alonso, el goleador, no estarán por haber sido expulsados en el partido de ida en el Gran Parque Central, donde Santa Fe ganó 2-0.

Tampoco jugará Ignacio González, quien en el esquema del DT, comenzó siendo el hilo futbolístico del equipo y venía teniendo muy buenas actuaciones desde el partido con Oriente Petrolero en Bolivia, el primero del semestre.

"Nacho" sufrió un tirón en el posterior de su pierna derecha el sábado y dejó la cancha a los 13. Esa lesión lo dejó afuera de una revancha que promete ser tan complicada como aquel atípico juego de ida en Montevideo.

Y los obstáculos no terminan ahí. El equipo de Munúa, para clasificarse a los octavos de final de la Copa Sudamericana, deberá revertir el 2-0 que absorbió en el Gran Parque Central aquella noche del jueves 19 de agosto.

Los goles de Wilson Morelo y Luis Manuel Seijas le dieron el triunfo a los dirigidos por Gerardo Pelusso.

¿Qué tiene Nacional para revertir la serie? A pesar de que las adversidades son varias y las probabilidades bastante bajas, la idea de juego del equipo tricolor y lo mostrado, sobre todo en los primeros partidos de la temporada, hacen que el hincha se ilusione con poder dar vuelta el 2-0.

Si bien a Nacional le costó mantener el nivel exhibido en Bolivia y en los primeros dos partidos del Torneo Apertura, más allá de algunas falencias colectivas, el equipo juega por momentos a lo que el entrenador quiere. Y ahí es cuando lastima al rival.

El salir jugando desde la última zona, la tenencia de la pelota, el fútbol a ras del piso y la explosión de los volantes extremos son rasgos de los cuales Nacional no quiere apartarse. Pero además de eso, este equipo ya mostró su personalidad y cuota de rebeldía en situaciones extremas. Perdía con River Plate 1-0, no jugaba su mejor partido, pero fue al frente y lo dio vuelta en la hora para ganar 2-1. Empataba sin goles con Plaza Colonia, el gol no llegaba y el equipo agotó los recursos. Lo ganó 1-0 con un penal de Alonso a los 90.

El sábado Juventud le empezó ganando con un gol a los 51 de juego y tan solo dos minutos más tarde, Nacional no solo lo empató, sino que siguió de largo y se puso 3-1 en menos de 20.

Fútbol tiene. Cuenta con una idea clara que trata de imponer su entrenador y además, la actitud de los jugadores en situaciones límites hace pensar que los tricolores tienen armas suficientes como para poder ganar hoy.

No será fácil. Del otro lado estará uno de los mejores equipos colombianos que está peleando a tres frentes: Liga, Copa y Sudamericana.

Dirigido por Gerardo Pelusso, un viejo conocido de Nacional, y con Wilson Morelo, la figura excluyente en la delantera, Santa Fe jugará con el reloj y también con el resultado a su favor.

Nacional tiene una prueba de fuego en Bogotá.

El de esta noche será el primer gran examen de Munúa y sus dirigidos, que deben dar vuelta un 0-2 para poder seguir soñando con algo que todavía no se le dio a ningún equipo uruguayo: ganar la Copa Sudamericana.

COPA SUDAMERICANA