Por Diego Domínguez
Fue de más a menos. Lo tuvo. Pudo ganarlo. Con muy poco fútbol vistoso, a Nacional le llovieron las chances para llevarse su primer triunfo del año en el partido amistoso de ayer ante Belgrano de Córdoba.
Pareció un calco al último del sábado contra Colón. Otra vez se le complicó. Otra vez pestañeó. Y otra vez le terminaron empatando después de estar en ventaja en el segundo tiempo.
Todavía falta. El entrenador Ricardo Zielinski tendrá margen para ajustar las tuercas necesarias antes del arranque del Campeonato Uruguayo, que será a principios de febrero. Pero el respiro es menor y se reduce al compromiso del próximo lunes 23, que enfrenta a los tricolores con Peñarol en el primer clásico amistoso del año.
Nacional llega a ese cruce con la mochila de tres empates y una urgencia: cambiar la cara lo antes posible.
Ese partido puede ser la inyección anímica justa. De todas maneras, parece precipitado entrar en análisis contundentes ahora que el técnico argentino está en permanentes pruebas y recién empieza a tomarle el gusto a su plantel.
Como si la historia se tratara de héroes y villanos, el condimento de ayer fueron los penales. Y en eso Nacional tampoco tuvo suerte.
El arquero Salvador Ichazo no pudo hacerle honor a su nombre y la historia de los partidos contra Vélez (0-0) y Colon de Santa Fe (1-1) volvió a repetirse con el Gran Parque Central como escenario.
Los tricolores igualaron 2-2 con Belgrano de Córdoba, un equipo que pegó en los momentos justos y no se preocupó por el paso del tiempo.
El Pirata cordobés le dio una lección de tranquilidad a un equipo de Zielinski que pecó de ansioso e inexperiente en los dos tiempos de 45 minutos.
En la primera parte, no supo aguantar el gol que le dio el 1-0 parcial por intermedio de Franco Fagúndez a los 3 minutos.
El empate llegó enseguida por una distracción defensiva y una floja respuesta de Daniel Bocanegra en el mano a mano. El colombiano fue víctima del amague de Iván Ortigoza, que encaró hacia el medio, después quebró por afuera y la mandó al área casi que de memoria para su compañero Pablo Vegetti, quien anotó a los 8’.
El 9 volvió a ser protagonista en la segunda parte, cuando Nacional estaba de nuevo arriba -golazo de Lucas Morales a los 61’-y parecía estar cerca de liquidar la historia porque cuando no fue Juan Ignacio Ramírez fue Franco Fagúndez el que entró con pelota dominada al área y falló en el último toque.
La visita, por el contrario, supo esperar y tuvo eficacia adentro del área. El premio a la paciencia le llegó a falta de cinco minutos para el cierre, cuando Vegetti apareció en el área para establecer el 2-2 que llevó el partido a los penales. Desde los 12 pasos, Belgrano se quedó con la Copa Juan Carlos Mamelli en el GPC.