AURINEGROS

La historia entre jugadores argentinos y Peñarol es larga y tiene muchos capítulos. Empezó en 1937 con el arribo de Miguel Ángel Lauri, continuó a lo largo de décadas y con la confirmación de la llegada de Nicolás Gaitán se escribirá otro apartado en una relación que tiene sus mejores recuerdos en el Siglo XXI.

En el profesionalismo son hasta ahora 39 los futbolistas de la vecina orilla que arribaron al carbonero. Gaitán será el 40 y el número parece bastante acotado, pero lo cierto es que en los últimos años el aurinegro trajo a varias figuras del fútbol argentino. El objetivo es claro: darle un salto de calidad al equipo. En muchos casos, el mirasol lo ha logrado y en otros no.

En los últimos años, los casos más significativos fueron los de Maximiliano Rodríguez y Lucas Viatri, dos clase “A” que llegaron a Peñarol y fueron campeones uruguayos siendo importantes en el plantel carbonero.

La historia empezó en 1937 con el arribo de Miguel Ángel Lauri, quien se había consagrado campeón en Francia con Sochaux. Regresó a los 29 años porque al ser de ascendencia francesa lo podían citar al servicio militar en la Guerra que se venía. Cuando el barco llegó al puerto de Montevideo camino a Buenos Aires —se iba a Boca— los dirigentes de Peñarol se subieron, lo convencieron para quedarse y la rompió en el mirasol. Era puntero derecho.

En el verano siguiente llegó Raimundo Orsi, quien supo ser campeón del Mundo con Italia. Con 37 años solo jugó el Torneo de Verano con el carbonero y se fue.

La historia continuó, pero de los 40 jugadores que han llegado al club aurinegro desde Argentina solo 16 han vestido la camiseta de la selección de su país.

A los casos de Lauri y Orsi se le suman los de José María Minella en 1942, Ángel Laferrara un año después, Néstor Errea en 1967, Ermindo Onega y Alfredo Rojas en 1969, y Daniel Quevedo en 1972.

Luego hubo que esperar hasta 1988 para ver a un argentino en Peñarol y el protagonista fue Claudio Biaggio. El “Pampa”, actual entrenador de Sud América, también vistió la albiceleste. A él lo siguió José Alberto Percudani en 1992 para cerrar la lista del Siglo XX.

Pero hubo otros jugadores argentinos que llegaron al aurinegro pero no defendieron a su selección como Carlos Linazza y Raúl Castronovo, quienes vistieron la camiseta del equipo uruguayo en 1960 y 1970, respectivamente.

De 2001 a esta parte, son 27 los futbolistas que han llegado a Peñarol desde la vecina orilla. En 2002 el que fichó con el club carbonero fue Daniel Jiménez. El santafecino no defendió a su selección pero entre los albicelestes que llegaron al mirasol fue el segundo más goleador con 23.

El argentino que más goles hizo en el aurinegro fue Juan Eduardo Hohberg, cordobés que llegó al club en 1949 -se nacionalizó uruguayo en 1951 y defendió a la Celeste- y en 193 partidos sumó 283 gritos.

La historia continuó con el arribo de Ruben Capria y Alejandro Delorte en 2006, Matías Manrique en 2007, Pablo Cavallero en 2008 y Alejandro Martinuccio en 2009. En 2010 llegaron tres argentinos: Jonathan López, Santiago Solari -de muy poca participación- y Nicolás Domingo. En 2011 el club contrató a Maximiliano Pérez y en 2012 a Danilo Lerda, Enrique Bologna y Nicolás Ramírez.

Luego, en 2013 el argentino que fichó con Peñarol fue Mauro Fernández y en 2014 llegaron Pablo Migliore y Javier Toledo. Un año después se dio el arribo de Carlos Luque y en 2016 llegó Tomás Costa.

En 2017 el mirasol hizo dos contrataciones que revolucionaron el mercado local y le dieron un gran salto de calidad al plantel. Llegaron Maximiliano Rodríguez y Lucas Viatri. El equipo fue campeón Uruguayo. En 2018 llegó Carlos Matheu, en 2019 Christian Lema en febrero y Gabriel Rojas en julio, en 2020 Nicolás Franco y Ariel Nahuelpán y en 2021 primero se dio el arribo de Damián Musto en abril y ahora el de Nicolás Gaitán.

De estos 27, solo seis jugaron en la selección de Argentina: Cavallero, Solari, Viatri, “Maxi”, Matheu y Gaitán, que buscará a sus 33 años ser desnivelante en un Peñarol que vuelve a apostar a la llegada de un futbolista de la vecina orilla para darle un salto de calidad a un plantel que se apronta para luchar por el Torneo Clausura y por llegar a la final de la Copa Sudamericana.