No aguantó: mirá el llanto de Luis Suárez tras ver a la familia de Walter Ferreira y el regalo que le dieron

"El mano santa", así como le decían varias personalidades del mundo del fútbol, estuvo en todo momento para que el Pistolero superara la operación de los meniscos y llegara a jugar en Mundial 2014.

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Luis Suárez con sus dos hijos: Benjamín y Delfina.
Luis Suárez con sus dos hijos: Benjamín y Delfina.
Foto: Darwin Borrelli.

Redacción El País
El final del 0-0 entre Uruguay y Paraguay estuvo cargado de muchas emociones, ya que se realizó la despedida de Luis Suárez, el máximo goleador en la historia de la selección de Uruguay. Uno de los momentos donde el Pistolero se "quebró" al instante fue cuando recordó a Walter Ferreira.

El kinesiólogo acompañó y ayudó al Pistolero para que se recuperara de la mejor forma de la operación en los meniscos de la rodilla a poco del inicio de la Copa del Mundo 2014. No solo que consiguió estar en la cita mundialista, sino que anotó los dos goles con que Uruguay doblegó 2-1 a Inglaterra.

Además, en ese entonces Ferreira luchaba con una dura enfermedad y, por lo tanto, ambos se compenetraron en poder estar en el Mundial de Brasil en 2014.

Hay una clara imagen que muestra la gran relación que tuvieron el Pistolero y Ferreira: fue cuando Suárez anotó uno de los goles frente al combinado inglés y corrió a saludar a su amigo, el mano santa, ya que se lo conocía por ese apodo en el mundo del fútbol.

Ferreira falleció en 2016, aunque se subieron al estrado su hija y su nieto para darle un emotivo abrazo a Suárez en honor a Walter. En ese momento, el salteño no aguantó las lágrimas y abrazó a ambos.

No solo eso, sino que le dieron un regalo muy especial: la imagen de su festejo de gol ante Inglaterra junto a Ferreira en un cuadro. Ese episodio fue un mojón en la vida del delantero uruguayo y una nueva muestra de resiliencia porque eran pocos los que creían que Suárez iba a poder estar a la orden del director técnico Óscar Washington Tabárez para la Copa del Mundo.

Ni bien pitó el final el argentino Darío Herrera del partido en el Estadio Centenario, Luis Suárez pasó a ser, como el dijo en varias notas, "un hincha más de la selección". Aunque eso no es así, sino que se convirtió en una leyenda viviente de la Celeste.

El ciclo de Suárez con la camiseta de la selección uruguaya fue de 143 partidos donde ganó 69, empató 42 y perdió 32. A su vez, quedó como el máximo goleador en la historia de la Celeste con 69 gritos. Entre sus hitos más importantes: el cuarto puesto en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 y la consagración en la Copa América 2011 en Argentina.

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