Sonaron Moreno Martins, Carlos Zambrano e incluso James Rodríguez pero seguro los hinchas de Liverpool los prefieren a ellos, los que se ganaron el derecho de estar en la Copa Libertadores porque salieron campeones uruguayos.
Esos que jugaron una fantástica media hora en el Allianz Parque de Sao Paulo donde alrededor de 40.000 personas llegaron a silbar al Palmeiras, campeón de Brasil y reciente bi-campeón del Paulistao porque iba perdiendo con el modesto negriazul de un corazón enorme.
Tan enorme como los pulmones de Luciano Rodríguez que se puso el equipo al hombro y llevó a la máxima temperatura cualquier mapa de calor porque estuvo en cada parte de la cancha para hacerse de la pelota.
Nadie mejor que él representa a los hinchas negriazules, que estallaron cuando Weverton atajó su tiro libre y Jean Pierre Rosso la mandó a guardar en el rebote y tuvieron el corazón en la garganta durante los seis minutos que el VAR demoró en convalidar la acción. O se levantaron del sillón cuando Kevin Amaro y Agustín Cayetano se tiraron de cabeza, alma y vida a defender una pelota en los descuentos y luego Ignacio Rodríguez salvó sobre la línea lo que pudo ser el segundo de Palmeiras antes del descanso porque ya había igualado con gol de Aníbal Moreno minutos antes.
El primer tiempo pudo haber sido para Liverpool pero Palmeiras tiene tanto potencial que casi lo da vuelta en los descuentos. Raphael Veiga estuvo magnífico, dio la asistencia en el primer gol y repitió para los tantos de José Manuel López y de la joya Estevão, de 16 años, que al estirar la ventaja liquidó el trámite.
Liverpool va a pelear la clasificación, porque pelea contra el que sea, y ahora tendrá dos partidos de local. El Centenario es muy grande pero por la actitud demostrada en Brasil no puede faltar ningún hincha de Liverpool, y por qué no de otros equipos, para dos partidos claves del negriazul. 23 de abril ante San Lorenzo y el 9 de mayo la “revancha” ante Palmeiras. ¿Por qué no? Permítanse soñar.