No fue lo que imaginaba Jadson Viera, pero sí lo que necesitaba y Boston River está segundo en la Sudamericana

Redacción El País
Sobre la media hora de partido, Gutiérrez ensayó una diagonal y metió un pase entre líneas para Acosta que pasó de lateral a extremo y fue derribado en área rival. Anderson Daronco, que hace poco arbitró una final en Artigas, cobró penal. Ese relato se parecía al partido que Jadson Viera seguro se imaginó en la previa, pero no era la realidad. Boston River caía 0-1 con Nacional de Potosí por la Copa Sudamericana y tanto Daronco como el primer asistente Víctor Imazu se equivocaron en la misma jugada.

El línea anuló por offside el penal que había pitado su compañero, pero entonces el VAR llamó al corpulento juez y lo invitó a repasar la jugada: Acosta no estaba en posición adelantada, pero tampoco había sido falta del defensor de La Banda.

El Sastre lo había salido a buscar desde el inicio y a los seis minutos ya había tenido un cabezazo del capitán Martín González que pasó cerca del palo derecho del arquero Mustafa. El equipo de barrio Bolivar no generó mucho más peligro que esa jugada polémica que tuvo de todo y la realidad es que se chocó contra un conjunto boliviano muy aplicado que lo marcó en zona y cortó todos sus circuitos.

Boston River adelantó bastante sus líneas y los centrales se abrían a los lados del arquero Antúnez para salir del fondo con pelota dominada, buscando que el rival se estirara. En ataque, el Sastre estaba casi en su totalidad en mitad de cancha de Nacional de Potosí, eso sí estaba en los planes de Viera; pero no lo que ocurrió a los 21 minutos del partido.

El equipo boliviano quedó cuatro contra tres en un contragolpe y Prost le metió un pase notable a Abrego que perdió el duelo ante el arquero, pero la pelota le cayó al lateral Andrés Torrico que remató rápido y esta vez la respuesta de Antúnez no fue tan buena. Los bolivianos habían estado aplicados, pero la ventaja era un premio generoso para las intenciones de cada uno, a pesar del flojo primer tiempo del equipo uruguayo.

Foto: AFP

Por suerte para el Sastre, en el complemento, ocurrió otro hecho inesperado, pero que esta vez lo favoreció. No iban más de cinco minutos cuando Duván Palacios se barrió violentamente sobre Acosta cuando el lateral de Boston tenía la pelota cerca del primer cuarto de cancha; injustificable. No, esto tampoco se lo imaginaba Jadson Viera, pero lo aprovechó.

Con el cambio de Anello el entrenador recostó sobre las bandas al estadounidense y a Agustín Albarracín y Amado se quedó más cerca de Vera para ayudarlo a se opción en la distribución de la pelota. El ex Fénix le abrió para el ex Wanderers y el zurdo se acomodó y pateó al primer palo del arquero Mustafa que nada pudo hacer para evitar el golazo. Siete minutos tras la expulsión. Decisivo.

Foto: AFP

Jadson había mandado a González y a Viera a la cancha, Boston empezó a llegar con mucha gente por las bandas y a los 70 minutos, sí, otra vez, un destello del partido que imaginaba. Boston la movió con paciencia y en el segundo gol, la empezó un lateral y la terminó el otro. Acosta centró, hubo un despeje y Fredy Martínez se metió como una topadora con pelota dominada y fusiló al arquero de Nacional.

Boston River había perdido puntos en los descuentos en los partidos anteriores y no podía volver a pasar. Pérez y Chiappini entraron para cerrar el partido y quizás no fue el que imaginó Jadson Viera, pero fue justo lo que necesitaban. Ganar para quedar segundos en el grupo detrás de Guaraní que le ganó a Independiente.