Redacción El País
Mathías De Armas fue el árbitro del partido que el sábado Peñarol le ganó por 2 a 0 en el Estadio Luis Franzini a Defensor Sporting para coronarse campeón del Torneo Apertura a dos fechas del final de este certamen.

El árbitro internacional de 30 años que viene siendo de los más destacados a nivel local, contó cómo vio su actuación en un encuentro que para él fue perfecto hasta que se dio un error que él mismo reconoció.

A los 89’, Ángel González encaró en velocidad hacia el arco, superó a dos defensores violetas y tocó la pelota antes de Kevin Dawson, quien se tiró a buscar el baló y el argentino cayó al piso. El juez sancionó penal y luego, con la intervención del VAR, se revirtió la situación.

En diálogo con el programa “#Minuto1” (Carve Deportiva), De Armas fue claro: “Fue una buena actuación en lo personal hasta que se dio esa jugada del penal a los 89 minutos. Me fui avergonzado y triste por la situación porque fue un error de apreciación muy grande. Por suerte la pude ver en el VAR y revertirla, pero no podía creer lo que había cobrado”.

“A veces uno se focaliza tanto en lo importante de una jugada para ver si es penal o no y pierde algunos detalles. En ese momento era definir si era penal o no y entendía que se venía cayendo”, agregó.

Foto: Estefanía Leal.

“Viéndola tranquilo en casa vi que se tiró y tal vez podría haber habido una amonestación”, remarcó Mathías De Armas acerca de una posible tarjeta para Ángel González, quien ya estaba amonestado y en caso de recibirla debía ser expulsado.

“Me fui triste y avergonzado, pero si vamos al objetivo de la herramienta, se cumplió la meta porque no se cometió un error. Pero siendo egoísta y analizando mi trabajo cometí un error que si me toca tenerlo en la Segunda División, no hay VAR y no hay forma de arreglarlo, pero la realidad es que estaba la herramienta, equipo trabajó rápido y bien para revertir esa situación y eso no se dice, porque siempre se le da para atrás al VAR con las demoras. Esta vez la decisión fue muy rápida”, explicó el árbitro.

Mathías De Armas se lamentó por esa falla, pero no se queda solo con eso: “Estaba bien ubicado y mi ángulo era perfecto para definir el cobro pero a veces pasa y me pasó de tener ese error”.

Por otra parte, el árbitro habló del encuentro en el Parque Rodó y dijo: “Dejamos jugar porque el partido estaba lindo y los jugadores estaban entendiendo qué cosas iba a cobrar y que cosas no. A veces se dan otros partidos en los que tenés que cobrar todo y ser mucho más riguroso”.

Foto: Estefanía Leal.

Mathías De Armas también hizo referencia a la polémica jugada que se dio en el clásico del Torneo Apertura entre Peñarol y Nacional en el Estadio Campeón del Siglo con Camilo Mayada y Gonzalo Carneiro como protagonistas.

“Se habló un montón (de un posible penal de Mayada a Carneiro) y preferí mantener un poco el perfil bajo. No fueron días fáciles ni para mí ni para mi familia. Era prender cualquier tipo de programa en Uruguay y se hablaba del clásico. Hasta en un programa de cocina se hablaba de esa jugada”, dijo Mathías De Armas.

“Tengo familia, tengo hijos, se enteran de todo y no está bueno estar así en boca de todos de forma tan negativa. No está bueno porque uno vive para esto, entrenando, trabajando y haciendo lo mejor posible, pero te sentís mal por cómo se habla”, agregó el árbitro.

Foto: Nicolás Pereyra | El País

“Yendo a la jugada, el Colegio de Árbitros se expidió sobre esa jugada y como dice el audio VAR, el contacto no fue suficiente y queda por ahí”, dijo De Armas, agregando: “Si lo veía en la pantalla mi decisión no iba a cambiar. Para Antonio García (árbitro VAR del clásico) fue un momento complicado también y estaba en boca de todo el mundo. Son los sin sabores de esta carrera que nos gusta tanto pero en Uruguay se habla tanto sobre el arbitra y más si es con un equipo grande”.

“Se habló muy poco de la estrategia de un equipo y otro, y se habló mucho más de un penal que en otra parte del mundo. El resultado se podría haber roto de otra manera y ni que hablar que una situación de penal es clave, pero de dos horas de programa se habla una hora y 50 minutos de un penal”, reconoció el juez de 30 años.

Por último, Mathías De Armas cerró diciendo: “Nuestra palabra siempre está sobre la lupa y no tenemos que salir a decir que somos honestos porque eso está descontado. Pero siempre estamos en el ojo de la tormenta y no es fácil agarrar un micro y salir a hablar. Se hace muy difícil a veces”.