Redacción El País
El fútbol argentino se revolucionó desde la noche del domingo por las convulsiones que sufrió en pleno campo de juego el chileno Javier Altamirano, futbolista de Estudiantes de La Plata, en el partido contra Boca Juniors por la Copa de la Liga Profesional.

Fueron minutos de tensión en el Estadio UNO del Pincha, cuando el jugador cayó desplomado y comenzó a convulsionar, lo que generó una rápida reacción de los futbolistas que lo rodeaban pidiendo enseguida que ingresara la ambulancia para atenderlo.

El volante de 24 años fue retirado en ambulancia del estadio y llevado a una clínica, desde donde aseguraron que está consciente y estable luego de los primeros estudios que le realizaron durante la madrugada y que continuaron durante todo este lunes.

En horas de la tarde, el club platense actualizó nuevamente el parte médico de Altamirano, que señala que los estudios determinaron la causa del temible episodio que sufrió el jugador: "La causa de la convulsión sufrida por el jugador fue una trombosis del seno longitudinal superior (cerebro)", indicaron, antes de volver a remparcar que "se encuentra estable, con la medicación adecuada y a la espera de otros estudios", y que "permanecerá internado para control evolutivo".

Javier Altamirano nació en Talcahuano, una ciudad del centro de Chile y al Sur de Santiago, la capital. En Huachipato, el club de la ciudad, debutó en 2017, cuando tenía 17 años y en un puñado de meses logró ganarse la titularidad. En el club chileno jugó 162 partidos y convirtió 16 goles, además de dar 10 asistencias.

Su buen rendimiento lo llevó a la selección de chile y en 2023 fue convocado por primera vez por Eduardo Berizzo que lo llamó para la fecha FIFA de junio y lo hizo debutar en un amistoso ante Cuba, como titular y jugando 72 minutos con la camiseta número 28. En agosto, Estudiantes se enfocó en quedarse con el chileno y le ganó la pulseada a Colo Colo y a la Universidad de Chile y acordó un contrato hasta junio de 2026.