En la sede de Nacional, a la que se acercaron hinchas del equipo tricolor, del fútbol y personas que sintieron como propio el dolor por el fallecimiento de Juan Izquierdo hubo lugar para un conmovedor discurso del historiador del club Hernán Navascués que tomó la palabra luego de una sentida presentación de Alejandro Balbi.

"Como presidente de Nacional quiero agradecerles a todos ustedes por el apoyo que le han dado a la familia y a la institución. Fundamentalmente a los enormes padres que tiene Juan. A su papá Nelson, Sandra, Selena, a su hermana. Porque realmente en estos días interminables que tuvimos en São Paulo nos contuvimos entre todos, nos abrazamos, lloramos y la verdad que Juan se puede sentir muy orgulloso de los padres que lo criaron, de la señora que encontró muy joven y también de los hijos que deja. Lo poco que conocíamos a la familia, la aprendimos a conocer en estos días y nada más que agradecimiento y admiración por los papás que Juan está dejando en estos momentos", expresó Balbi y dio paso a que Navascués fuera el orador de una sala repleta y mientras muchos más esperaban en la calle a que partiera el cortejo rumbo a San José.

"En mis largos años que he actuado en el Club Nacional de Football, fueron varias las veces que he tenido que despedir a personas que tuvieron una vida significativa al servicio del club pero nunca he vivido un momento tan doloroso como el de hoy. Porque qué explicación puede tener que un ser como yo que ya estoy en el andén próximo a tomar el tren del que no se retorna, tenga que despedir a un joven que tenía un largo camino que recorrer para adelante y que se presentaba venturoso", se preguntó el historiador tricolor.

"¿Qué palabras podemos encontrar de consuelo? Cómo se las podemos expresar a sus padres con el esfuerzo que hicieron para criar un hijo y que en el momento que estaban observando el fruto maravilloso que había obtenido, lo ven de imprevisto caer. Qué consuelo podemos llevar a su compañera con la cual había tenido un proyecto de vida y que estaba lleno de esperanza en ese camino que iban a recorrer juntos. Y qué poder expresar como sentimiento ante dos hijos pequeños que van a criar sin conocer al padre", prosiguió el doctor en abogacía que vivió gran parte de la historia del club al que muchas veces le tocó caminar de cerca junto a la tragedia.

Foto: Ignacio Sánchez.

"Ha habido una especia de tragicismo en la vida de Nacional que nos remonta a los hermanos Céspedes, a Abdón Porte, a Diego Rodríguez. Y hoy quien ha caído es Juan. Un muchacho que había sido, dentro de sus limitadas posibilidades, superando las dificultades que tenía, para convertirse en un alumno que llegó a ser abanderado, fruto de un esfuerzo propio de un ser que se sentía ya preparado para lo que iba a recorrer en la vida. Y tuvo su gran ambición de ser jugador de fútbol y cayó siendo jugador de fútbol. De improvisto azotado como si fuera un golpe de una tormenta que llegó. Así cayó Juan y así nos hemos sentido todos conmovidos", confesó Navascués que invitó a toda la sociedad a reflexionar y manifestó la obligación y el compromiso asumido a partir de ese momento.

"En un momento como este, en que estoy seguro que el dolor no se limita a Nacional, si no que se extiende a toda la sociedad porque en medio de una sociedad que muchas veces es intolerante, tiene que haber momentos como este que la sacuda para reconsiderarse y darse cuenta que son solidarios con la raza humana", consideró Navascués y recordó una particular característica de Juan Izquierdo.

"Nos despedimos de Juan, siempre veremos con él su sonrisa. Esa sonrisa contagiosa que estoy seguro que algún ser que la veía, aún estando ese ser en un momento de desconcierto, bastaría observar la sonrisa de Juan para sentir el deseo de agradecerle a la vida. Juan contagiaba alegría, Juan contagiaba entusiasmo, Juan tenía un proyecto que lamentablemente se vio trancado en una manera en la que nosotros no podemos encontrar palabras de consuelo para poder expresarlo", reconoció el historiador e invitó a asumir un compromiso.

"Al despedir a Juan asumimos un compromiso. Nuestra obligación es que Juan permanezca vivo aún después de la muerte. Que permanezca vivo junto con Carlos, con Abdón, con Diego Rodríguez, con Bolívar. Que permanezca vivo por siempre en el alma tricolor. Es esta nuestra obligación y es un compromiso que asumimos en este momento, que al despedirlo no tenemos otra cosa que desearle el eterno descanso en paz al noble y querido amigo", finalizó Navascués.

Foto: Ignacio Sánchez