COPA DE FRANCIA
El astro rosarino disputó los 90 minutos, portó por primera vez la casaca 10 tras la ausencia de Neymar y convirtió su penal. Sin embargo, el favorito quedó afuera y el arquero Bulka fue la figura.
Paris Saint-Germain empató 0-0 ante Niza por los octavos de final de la Copa de Francia. El encuentro se disputó en el Parque de los Príncipes y tuvo el regreso de Lionel Messi. Tras el empate en los 90 minutos reglamentarios, el pasaje a los cuartos de final se definió desde los doce pasos, donde la visita se impuso con una actuación destacada del arquero Bulka en la definición por penales y obtuvo un 6-5 de resultado final.
El vencedor accedió a la siguiente fase, donde deberá enfrentar al Olympique de Marsella dirigido por Jorge Sampaoli.
Sin Neymar, que estuvo fuera de la convocatoria, el elenco de Mauricio Pochettino cayó ante su escolta en la Liga y ahora deberá enfocarse en el certamen doméstico y en la tan deseada Champions League.
El partido
La previa ya era especial. Regresaba Lionel Messi al Paris Saint-Germain tras dejar atrás el covid-19 y ponerse a punto físicamente para la competencia, ya que el mismo jugador había reconocido que la recuperación le estaba costando más de lo esperado.
Durante el primer tiempo no faltó la insistencia del capitán de Argentina, que viene de perderse el duelo de la albiceleste ante Chile por Eliminatorias, pero La Pulga estuvo lejos de su rendimiento habitual y su equipo tampoco gravitó a nivel ofensivo ya que, sin dos de sus estrellas en cancha, se hizo más difícil.
No estuvo Neymar, afuera de la convocatoria, ni tampoco estuvo desde el arranque Kylian Mbappé, que miró el primer tiempo desde el banco de los suplentes y se especula con que en julio desembarcaría en el Real Madrid para cumplir su sueño.
De todas formas, en el inicio del complemento cambió la versión del conjunto local: los dirigidos por Mauricio Pochettino salieron decididos a llevarse la victoria en la Copa de Francia y, con Messi a la cabeza en cuanto al traslado de pelota y la generación de peligro, comenzaron a crecer.
Asimismo, las proyecciones ofensivas de Nuno Mendes por los laterales fueron determinantes para que el Paris Saint-Germain se posicionara en campo rival y liberara espacios para la aparición de los atacantes por el centro.
A treinta minutos del final apareció una buena combinación ofensiva: Messi conectó con Draxler y el alemán no pudo definir en las cercanías del área. El bloque defensivo planteado por el Niza cuando el PSG sostiene la pelota fue muy efectivo, e incluso más de la mitad de los jugadores de campo lograban posicionarse por detrás de la pelota cuando la ocasión lo ameritaba.
Con la paridad en el marcador, Pochettino apostó por una de sus mejores cartas: Kylian Mbappé. El francés ingresó con el número 17, dejando de lado su tradicional número, y en la última del partido la joya pudo haber puesto la ventaja: tras un centro desde la izquierda de Draxler, Danilo la peinó en el primer palo y la pelota le quedó en los pies a Mbappé en el segundo, pero el delantero la mandó por encima del travesaño. Estuvo cerca.
Penales
Todo venía bien para el PSG. Arrancó pateando Lionel Messi y la aseguró con calidad contra un palo; luego la visita no falló, pero en el tercer penal Paredes falló y puso en peligro la clasificación. Sin embargo, en el momento decisivo Donnarumma le atajó el tiro a Andy Delort y estiró la ilusión de los locales.
Luego marcaron Draxler, Verrati y Bernat para los locales, pero Xavi Simons falló y la clasificación se la llevó el Niza tras un 6-5 de resultado final.