El exfutbolista brasileño Pelé, hospitalizado desde hace casi un mes, empeoró en los últimos días. Según el equipo médico, el cáncer de colon que padece le causó problemas en los riñones y en el corazón. “Edson Arantes do Nascimento presenta progresión de la enfermedad oncológica y requiere más cuidados relacionados con las disfunciones renal y cardiaca. El paciente sigue internado en un cuarto común, bajo los cuidados necesarios del equipo médico”, dice el escueto comunicado divulgado este mipercoles por el Hospital Albert Einstein de São Paulo.
Pelé, de 82 años, está hospitalizado desde el 29 de noviembre, cuando llegó al hospital en una visita rutinaria para hacer el seguimiento de la quimioterapia y le diagnosticaron una infección respiratoria. Semanas antes, se había contagiado de covid-19. Desde entonces, el jugador fue reaccionado bien a la infección respiratoria, pero ya no responde a la quimioterapia. El cáncer avanza y ahora ya recibe cuidados paliativos, para aliviar dolores y falta de aire.
Una de sus hijas, Kely Nascimento, que siempre suele bajarle los decibeles a las informaciones más pesimistas sobre la salud de su padre que publica la prensa brasileña, confirmaba en las redes sociales que la familia pasará la Navidad en el hospital. “Será mejor que nos quedemos por aquí”, asumía, pero al mismo tiempo bromeaba diciendo que iban a convertir el cuarto en un “sambódromo” y que habría hasta caipirinhas. “Nosotros, como siempre, agradecemos todo el cariño que nos transmiten aquí en Brasil y en todo el mundo. Vuestro amor por él, vuestras historias y vuestras oraciones nos reconfortan enormemente, porque sabemos que no estamos solos”, añadió la hija del exfutbolista.
Antes del último boletín médico confirmando el agravamiento de su estado de salud, la última información oficial fue divulgada el 12 de diciembre. En ese momento, los médicos afirmaron que Pelé continuaba mejorando y que seguía en una habitación normal, consciente y con los signos vitales estables.
En los últimos años Pelé pasó tres veces por quirófano: una para la colocación de una prótesis en la cadera y otras dos para corregirla. Además, siente fuertes dolores en las rodillas, por lo que desde hace tiempo se mueve con andador. Pero su estado de salud empezó un lento declive en agosto de 2021, cuando en una revisión rutinaria (que debía haberse realizado en 2020 pero fue aplazada por la pandemia del covid-19) los médicos descubrieron un tumor en el colon.
Desde entonces, sus visitas al hospital fueron continuas. Cuando fue ingresado por última vez, el mundo ya estaba pendiente del Mundial de Qatar, lo que contribuyó a tensar aún más las emociones. Los hinchas del Santos, el club en el que conquistó la gran mayoría de sus hazañas, hicieron una vigilia a las puertas del hospital. La selección brasileña le dedicó la victoria contra Corea del Sur, y en las gradas se pudieron ver enormes banderas con deseos de mejoras. En los rascacielos de Doha hubo proyecciones del astro del fútbol y hasta drones en el cielo formando el diez de su mítica camiseta. Cuando Mbappé pidió “rezar por el Rey”, Pelé le contestó en Twitter dando las gracias y alegrándose por verle rompiendo algunos de sus récords.
Pelé fue siguiendo la competición desde el hospital, o al menos eso es lo que indican los largos textos publicados en sus redes sociales. Cuando Brasil se despidió del Mundial tras la derrota ante Croacia dedicó un largo homenaje a Neymar, que con el gol en ese partido había igualado el récord de 77 goles con la camiseta de la selección que tenía Pelé, según el recuento de la FIFA. Como gran gurú e ídolo de masas incluso se permitió consolar a la afición tras la prematura salida de la canarinha. “A pesar del dolor que estamos sintiendo con nuestra eliminación en el Mundial, pido a los brasileños que se acuerden de lo que nos trajo las cinco primeras estrellas que tenemos en el pecho. El amor es lo que nos une”, decía.
También celebró que Neymar, Vinícius, Richarlison y compañía consiguieran unir al país, al menos momentáneamente. Con Brasil partido en dos tras las elecciones generales, para muchos, el Mundial llegó como un bálsamo y una oportunidad para recuperar los colores nacionales que se había apropiado el bolsonarismo. En este Brasil profundamente dividido, Pelé es un consenso, y su figura funciona como un aglutinador del patriotismo cuando desde fuera alguien osa abrir el manido debate sobre a quién corresponde el título de mejor jugador de la historia. Después de que Argentina alzara el trofeo en la final más emocionante que se recuerda, Pelé felicitó a Messi por poner así la guinda a su carrera, a Mbappé por sus cuatro goles y a Marruecos por su increíble campaña. “Felicidades Argentina, seguro que Diego está sonriendo ahora”, publicó.