AURINEGROS
El objetivo del Consejo Directivo no deja de ser el deportivo, pero también hay otros en los que se hace hincapié como el orden económico.
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En el Consejo Directivo de Peñarol son varios los objetivos que se trazaron en esta gestión que finalizará en diciembre del próximo año y más allá de lo deportivo, hay metas institucionales y sobre todo, económicas.
Ordenar la casa era una de las premisas de Ignacio Ruglio en su campaña y de a poco el actual presidente lo está logrando junto a sus compañeros ya que se entiende que si una institución está sólida desde lo económico, se puede empezar a trabajar de manera tranquila en los otros propósitos.
Y a la vista está que en Peñarol se dieron varios hechos que marcaron este aspecto: se bajó el presupuesto anual del plantel principal, se apostó a no tener deudas con los jugadores actuales ni con ningún funcionario del club y también el Consejo Directivo está llevando a cabo un plan de pagos a exjugadores y entrenadores.
En este último ítem, el club destina actualmente entre 300.000 y 400.000 dólares mensuales para el pago de diferentes refinanciaciones con futbolistas y directores técnicos que ya no están en la institución.
Jugadores como Jonathan Urretaviscaya, Marcel Novick, Fabián Estoyanoff, Cristian Rodríguez, Juan Manuel Boselli, Nicolás Albarracín y Gonzalo Freitas siguen cobrando dinero que el club les debe por sus respectivos pasajes por la institución aurinegra.
El caso más llamativo es el de Freitas, futbolista que Peñarol le compró a Liverpool luego de hacer uso de una opción tras un préstamo del negriazul.
Lo cierto es que el mirasol aún mantiene deudas con el volante que hoy milita en Mazatlán de México y también con Liverpool, club de origen con el que refinanció la deuda.
Pero además, hay tres entrenadores a los que Peñarol les sigue debiendo y pagando como Jorge Da Silva, Leonardo Ramos y Diego López. El primero dirigió por última vez al club en 2016, pero se consagró campeón del Uruguayo y aún le deben premios y salarios.
Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol, habló con Ovación y dijo que "las deudas son con representantes también, actuales jugadores, exjugadores y exentrenadores. Si pagáramos todos los meses sería más plata, pero en algún mes no abonamos todas las cuotas. También hay deudas con clubes por compras de fichas de futbolistas".
“Son deudas contabilizadas por el club y que van más allá de las directivas de turno. Cada Consejo Directivo tiene que honrar esas deudas y abonarlas en la medida de que ingrese dinero a la institución como para poder hacer esos pagos”, le contó a Ovación el vicepresidente mirasol Eduardo Zaidensztat.
La cifra de entre 300.000 y 400.000 dólares es alta para lo que maneja el club hoy en día, pero el compromiso de la actual administración está en poder ir saldando esas deudas que el club mantiene para no tener inconvenientes de reclamos en la Asociación Uruguaya de Fútbol.
Es que hay un antecedente y es el de Mathías Corujo, quien no aceptó una refinanciación en cuotas del dinero que la institución mirasol le debía, presentó el reclamo en la AUF y el club tuvo que abonar 730.000 dólares porque sino no podía comenzar el Torneo Clausura 2019.
Lo cierto es que cada una de las deudas que hoy mantiene Peñarol están refinanciadas y paso a paso, el club las va saldando ya que aún quedan varias cuotas con muchos de los futbolistas y técnicos involucrados.
“Son varios y hay algunos casos llamativos como el de Freitas, por ejemplo, pero hoy en día están todas esas deudas refinanciadas y al ser acreedores pacientes —llegaron a un acuerdo con la institución— el club no corre riesgo de un reclamo como el de Corujo, siempre y cuando vos muestres el interés y buena voluntad de pagar”, contó el consejero Jorge Nirenberg, quien agregó que “es un dinero importante el que se destina. Fijate que el club bajó el presupuesto anual en 5 millones y si le sumás esto de las deudas son más de 3 millones. Cada cuota es casi una cancha de césped sintético, para ser un poco más gráfico si hablamos de la Ciudad Deportiva que cuesta entre 10 y 12 millones de dólares”.
Y otro dato importante que se conjuga entre lo económico y lo deportivo es que el equipo ganó el Campeonato Uruguayo 2021 y se metió en las semifinales de la Copa Sudamericana 2021. “No se trata de bajar el presupuesto por bajarlo, sino para ordenar el club y poder reforzar el plantel porque en la medida de que surjan oportunidades hay futbolistas que se van a ir, ya sea el caso de los formados en el club que dejan una buena suma o los que llegaron de otra institución”, explicó Zaidensztat.
En definitiva, el mirasol destina una parte de su presupuesto a pagar refinanciaciones pero no lo hace a cualquier precio porque la institución también persigue otros objetivos y así lo remarcó su vicepresidente: “El énfasis está en que Peñarol siempre tiene la obligación de ser campeón, pero con un club prolijo, ordenado y sin deudas”.
El club está al día con los salarios de jugadores y técnicos
Así como la actual administración de Peñarol destina entre 300.000 y 400.000 dólares al mes para abonar deudas que se mantienen hasta el día de hoy, el pago del salario a jugadores, cuerpo técnico y funcionarios en la actualidad es sagrado y ahí se va gran parte del gasto, pero en la institución lo entienden como una obligación.
“El salario es uno de los bienes más preciados del trabajador y nosotros lo tenemos bien claro”, le dijo a Ovación el vicepresidente mirasol Eduardo Zaidensztat.
Y desde que este Consejo Directivo asumió en diciembre de 2020 se trazó el objetivo de no contraer deudas salariales con los actuales jugadores del plantel, cuerpo técnico y funcionarios.
Esa fue otra de las premisas de Ignacio Ruglio en su campaña y es algo de lo que hasta ahora el club está cumpliendo a la perfección ya que según contó Zaidenstat “este Consejo Directivo en los 14 meses que lleva de gestión lleva pago los 14 meses de sueldos y jamás se atrasó con nadie. No se le debe nada a los jugadores del actual plantel y eso es importante remarcarlo porque el club hace un esfuerzo que además de esfuerzo es una obligación”.
Y en la medida de que Peñarol logre más ingresos por ventas, esa meta se seguirá cumpliendo en la institución.