Enrique Arrillaga
No fue partido. Peñaroltumbó a River Plate y lo hizo siéndole fiel a la idea de juego de Alfredo Arias. El aurinegro cumplió con el favoritismo previo por cómo llegaba en relación a su rival de turno, goleó 4-0 al darsenero y se metió en la fase de grupos de la Copa Sudamericana para asegurarse al menos seis partidos más en la actividad internacional 2023.

La presión que había en el mirasol por todo lo que el encuentro de anoche significaba quedó de lado apenas unos minutos después de comenzado un partido decisivo que Peñarol salió a jugar como una final. Sus jugadores así lo entendieron y llevaron a la perfección el planteo del entrenador.

Un tímido remate de Gonzalo Castro que Thiago Cardozo contuvo sin problemas a los 4 minutos hacía pensar que el equipo de Gustavo Díaz le iba a poner las cosas difíciles al aurinegro, pero nada de eso iba a suceder.
A los 7’ Ignacio Laquintana habilitó a Matías Arezo y el goleador definió bárbaro para poner el 1-0.

La efectividad que venía demostrando Arezo en el Torneo Apertura se trasladaba a la Copa Sudamericana y las tribunas del Campus ya comenzaban a vestirse de fiesta porque eso no era todo. A los 14’ el delantero de 20 años anotó de penal tras una mano de Maximiliano Pereira en el área darsenera que el árbitro Anderson Daronco sancionó a instancias del VAR.

Foto: Nicolás Pereyra.

Con ese 2-0 a favor y un River totalmente desconocido y perdido en la cancha, el aurinegro ya tenía más de medio partido asegurado porque ni el más optimista de los hinchas darseneros en Maldonado y en sus hogares imaginaban con dar vuelta esa situación.

Y mucho menos cuando a los 20’ una gran jugada colectiva a toda velocidad por la banda derecha terminó con el tercer gol que anotó Pedro Milans vestido de 9 en el área de River tras un rebote en el palo luego de un gran remate de Sebastián Rodríguez, una de las figuras del equipo mirasol.

Foto: Nicolás Pereyra.

El fútbol que mostró Peñarol fue demasiado para el darsenero, que no pudo contener las subidas de los delanteros y tampoco pudo hacerle frente a la presión que por momentos ejerció el equipo de Arias.
La goleada ya estaba encaminada con ese tremendo inicio de tres tantos en apenas 20 minutos de juego.

River no tuvo reacción. Los volantes no lograron hacerse de la pelota, los delanteros no pudieron ganar en el uno contra uno contra los zagueros de Peñarol y el equipo del Chavo veía lentamente cómo se le esfumaba el sueño de la competencia internacional en 2023. Es que luego de esos primeros 20’ de pura contundencia de Peñarol, los del Prado solo esperaban que llegara el descanso.

Pero en el complemento la tónica del encuentro no cambió para nada. El mirasol siguió dominando y a los 47’ Arezo estuvo a punto de convertir el cuarto gol tras una muy buena jugada de Laquintana -imparable por derecha- por la banda.

De todas maneras, otra vez la defensa de Peñarol mostró alguna falla y a los 54 minutos, Maximiliano Pereira se metió en el área y Lucas Hernández lo bajó. Daronco cobró penal pero cuando Pablo García estaba pronto para rematar frente a Thiago Cardozo, el VAR salió a escena y debido a una posición fuera de juego, anuló la jugada y River se quedó sin esa chance de poder descontar.

Peñarol no aflojó. Siguió buscando porque mientras el darsenero intentaba alguna llegada con mucha gente en campo adversario, dejaba espacios y la velocidad es hoy un factor determinante en el carbonero, sobre todo por las bandas y en ataque.

Fue así que luego de que Santiago Homenchenko se perdiera una chance clara tras una gran corrida a los 68’, ya con Kevin Méndez en cancha, el 10 habilitó a Matías Arezo, quien se sacó a los defensas rivales y a Fabrizio Correa de arriba y definió suave para poner el definitivo 4-0 y alcanzar su segundo hat-trick con la camiseta del equipo mirasol.

Foto: Nicolás Pereyra.

Partido liquidado y Arias empezó a refrescar el equipo. Ya lo había empezado a hacer con el 3-0, pero la ventaja de cuatro goles le dio otro aire para empezar a pensar también en todo lo que se viene porque tras haber goleado a River Plate, el mirasol se metió en la fase de grupos de la Copa Sudamericana y ahora tendrá doble actividad, al menos en el primer semestre del año.

Y todo lo que sucedió anoche fue un premio. Un premio para un entrenador que desde que llegó lo hizo con una clara idea del juego que los futbolistas comenzaron a hacer suya para demostrarla en la cancha. Un premio a un plantel que encaró el partido de anoche como una final y la jugó como tal. Peñarol fue demoledor y tuvo su recompensa.

El triunfo de ayer le reportó a Peñarol 225.000 dólares y por jugar la fase de grupos de la Sudamericana, el mirasol recibirá 900.000 dólares además de poder recaudar 100.000 más por cada partido ganado. Pero ojo, si jugaba fase de grupos de la Libertadores recibía 3 millones de dólares.

Peñarol será uno de los dos representantes uruguayos −el otro saldrá del juego entre Defensor Sporting y Danubio que se enfrentan hoy− en la fase de grupos de la Copa Sudamericana y el sorteo de esta instancia se llevará a cabo el próximo miércoles 22 de marzo en la Conmebol.

Bajo la conducción de Mauricio Larriera, la última actuación de Peñarol en la Copa Sudamericana llevó al mirasol hasta las semifinales, instancia en la que quedó eliminado con Athletico Paranaense, que luego se terminó consagrando campeón del certamen en el Estadio Centenario.

El de anoche era un partido especial para Walter Gargano. El volante de River enfrentaba por primera vez a Peñarol luego de haber dejado el club y solo recibió cariño por parte de los hinchas aurinegros en el Campus: lo aplaudieron al ser anunciado titular y cuando dejó la cancha a los 62’.