El rostro de Alfredo Arias, de los jugadores y las declaraciones de Ignacio Ruglio tras el partido fueron solo una prueba de que en Peñarol se fueron muy molestos del Estadio Ubilla por el empate sin goles ante Cerro Largo.
Es cierto que la igualdad lo mantiene al aurinegro en lo más alto del Torneo Apertura y también con la misma diferencia de dos puntos con la que arrancó la fecha tanto con el arachán, como con Defensor Sporting, pero la forma es la que preocupó en filas mirasoles.
La principal molestia de los aurinegros pasa por lo ocurrido cuando se jugaba el quinto minuto de descuento en Melo. Un centro de Kevin Méndez encontró a Yonatthan Rak que pareció ser desestabilizado por Brian Ferrares por la espalda y con un rodillazo que primero Gustavo Tejera sancionó, pero que luego anuló tras revisarlo en el VAR.
Ya en la cancha del Ubilla se dejó ver la molestia del plantel mirasol y luego del partido también lo evidenció con las protestas al cuerpo arbitral, que a esa altura nada iban a cambiar.
En lo vinculado a los más de 90 minutos de fútbol, Peñarol hizo los méritos para encontrarse con el gol, pero hubo una gran figura en la jornada y fue Renzo Bacchia, el arquero de Cerro Largo.
Poco a poco fue evitando el gol mirasol con grandes atajadas que no solo hicieron que su arco termine en cero, sino que también finalice lesionado en uno de esos esfuerzos (salió a los 80’).
En el primer tiempo, cuando él no pudo, lo salvó el palo luego de un remate de Kevin Méndez que se estrelló en el vertical izquierdo y en el complemento fue la clave para explicar el 0-0.
Primero fue a los 69’ tras un potentes remate de Matías Aguirregaray que despejó bien abajo y mandando al córner y a los 74’ repitió, pero esta vez ante Matías Arezo. El delantero se internó en el área y disparó mordido, pero esquinado, aunque eso no evitó que el arquero la despejara generando que los aplausos cayeran desde las tribunas.
A Peñarol solo le faltó el gol, lo que no es poca cosa, porque hizo los méritos para ponerse en ventaja frente a un Cerro Largo que hizo su negocio. Jugó a no perder y lo terminó consiguiendo. Los cinco hombres en el fondo cuando defendía el arachán (Furtado, Brasil, García, Gianoli y Rabino) le complicaron la tarea al aurinegro.
Rossi y Méndez casi siempre tenían que pasar a dos jugadores para meter el centro porque si dejaban atrás al carrilero, uno de los zagueros los achicaba y a eso se le sumó que hubo una buena marca a Matías Arezo por parte de Rafael García.
Al final terminó siendo un empate con gusto a poco para Peñarol, por el trámite del juego y por la jugada que reclama el mirasol, mientras que del lado arachán es una unidad muy importante porque sabe que se sacó de arriba un rival directo, que no perdió y que se mantiene a solo dos puntos agazapado frente a cualquier traspié.
Para Peñarol lo que queda es empezar la semana pensando en Danubio, su próximo rival. No será un duelo sencillo porque también deberá defender la punta del Apertura que depende de sí mismo para mantener, aunque tendrá a su favor que jugará en el Campeón del Siglo donde volvió a sentirse fuerte.
Peñarol quiso, Peñarol buscó y Peñarol lo pudo ganar, pero se encontró con una gran actuación de Bacchia que le impide así volver a sumar de a tres. Además se fue muy molesto por el arbitraje y eso también juega su propio partido en la interna mirasol.