Cuando los jugadores de Peñarol salieron por el túnel del Estadio Campeón del Siglo al campo de juego llevaban una boina a modo de homenaje al gran equipo de 1949 que hizo historia sin saber lo que se venía ante toda su gente en un partido que tenía varias aristas importantes para el Mirasol.
Unos días después de presentar la camiseta que recuerda el “clásico de la fuga” del mencionado año, el club estrenó la indumentaria para celebrar su aniversario 133 y le hizo un enorme homenaje a aquel plantel que marcó a fuego una de las grandes páginas de la historia de la institución aurinegra.
Es que el equipo de Diego Aguirre sabía que este encuentro iba a ser muy complicado de jugar. Complicado por el rival que llegó como líder y con puntaje perfecto y complicado porque era la antesala al juego de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores frente a Flamengo en Río.
Y ese complicado contexto Peñarol lo dejó a un lado una vez que Gustavo Tejera hizo sonar su silbato ante un Campeón del Siglo que alentó en todo momento pero que por supuesto, ya palpitaba el partido que el Carbonero jugará en Maracaná.
El equipo de Diego Aguirre comenzó mucho mejor que Rampla Juniors y domino, pero no tuvo profundidad. Luego, la intensidad bajó, el Picapiedra creció y complicó a una zaga que tuvo algunos problemas para defender pero que después se terminó afianzando bien.
Pasó el temblor y antes del cierre de la primera parte, apareció Maximiliano Silvera para abrir el marcador luego de una asistencia de Javier Cabrera. Tranquilidad en Peñarol.
Para el segundo tiempo, la Fiera mandó a la cancha a Gastón Ramírez por Eduardo Darias y el Mirasol se terminó de adueñar de la pelota. Llegaron más jugadas de peligro y por supuesto, más goles para empezar a liquidar la historia.
A los 68’, Silvera le cedió un gol a Jaime Báez para el 2-0, 10 minutos después y tras un penal que Gustavo Tejera cobró con asistencia del VAR, Leonardo Fernández anotó el tercero y a los 85’ cerrando una gran jugada colectiva, Facundo Batista sentenció el 4-0 definitivo.
Peñarol mostró mucho de lo que puede dar y lo hizo en la previa a un partido que será de vital importancia.
El equipo de Aguirre tuvo fútbol, tuvo goles y también tuvo el temple necesario para abstraerse de un contexto complicado y florearse en el Campeón del Siglo para subirse a la cima del Clausura y también sacar ventaja en la Tabla Anual poniéndole presión a Nacional, que este domingo visita a Wanderers.
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