El tren que Peñarol tenía que tomar anoche en Florencio Varela pasó y el carbonero no se subió. Perdió 4-1 con Defensa y Justicia y a falta de tres fechas para el cierre del Grupo F de la Copa Sudamericana, le dijo prácticamente adiós a la posibilidad de clasificar a los octavos de final ya que solo un milagro lo podrá depositar en la siguiente ronda.
Y todo se dio como en las anteriores dos derrotas: en pocos minutos. El Halcón sacó un gol de otro partido a los 38’ y a los 45’ lo liquidó y todo con el mismo actor porque el uruguayo Agustín Sant’Anna, ex Nacional, puso un doblete que sentenció la ilusión mirasol.
Pero no todo fue malo en ese primer tiempo porque el equipo de Alfredo Arias respondió a la idea primaria del entrenador, que dicho sea de paso, sorprendió con el sistema y también con los nombres. Línea de tres en la zaga con la inclusión del juvenil Nahuel Herrera, dos carrileros con la vuelta a la titularidad de Matías Aguirregaray y Valentín Rodríguez, Brian Mansilla para generar juego y Bruno Betancor en ofensiva con Matías Arezo.
Y desde el comienzo del encuentro Peñarol fue superior, se adueñó de la pelota, trianguló y tuvo llegadas claras. La primera a los 3 minutos con un gran pase de Sebastián Rodríguez para el Vasquito que trepó por derecha, pisó el área y remató cruzado obligando a una gran atajada de Ezequiel Unsaín.
Era un aviso, pero también fue una nueva chance clara de gol desperdiciada por el aurinegro en la Sudamericana a pesar de que ese inicio de partido lo tuvo a Peñarol enchufado.
Pero todo se empezó a desvanecer en el carbonero y con malas noticias. A los 15’ se lesionó Brian Mansilla y tuvo que abandonar la cancha. Luego, ya sin llegadas de Peñarol salvo un tímido remate de Betancor que contuvo Unsaín, el partido se jugó más en campo mirasol y Defensa y Justicia, a diferencia de su rival, no falló ni perdonó.
A los 38’, Sant’Anna encaró desde la banda derecha hacia el medio y cuando levantó la cabeza sacó un zurdazo inatajable para anotar el 1-0 del Halcón, tanto que hizo delirar a todo Florencio Varela y que empezaba a desvanecer la ilusión de los hinchas carboneros que viajaron a Buenos Aires.
Y también de los jugadores, porque adentro de la cancha y tal como ocurrió en los encuentros anteriores, Peñarol no tuvo respuestas para contrarrestar ese golpe que iba a ser más fuerte porque antes del cierre del primer tiempo otra vez Sant’Anna, ahora vestido de pescador en el área, puso el 2-0.
En el complemento el carbonero insinuó la reacción, despertó y Sebastián Rodríguez descontó a los 58’.
Con el empuje de los más de 3.000 hinchas aurinegros en la tribuna, parecía que se venían más noticias porque el equipo de Alfredo Arias le puso otra intensidad al juego, pero Unsaín le negó el empate a Betancor y luego el local lo sentenció a pura contundencia, algo que claramente le faltó al mirasol.
El Uvita Fernández anotó un golazo a los 68’ y Gastón Togni otro a los 81’ para decorar la historia. Defensa y Justicia se lució en Florencia Varela, aplastó a Peñarol y el carbonero le empezó a decir adiós a la Copa Sudamericana en apenas tres partidos de seis porque está último, sin sumar puntos en el Grupo F y con saldo -8.