TORNEO CLAUSURA
El aurinegro arriesgó más y generó mayores situaciones de peligro, pero el que logró el objetivo fue el tricolor, pues mantuvo la ventaja de ocho puntos en la Tabla Anual.
Hay situaciones que ayudan bastante a hacer un análisis de un hecho. En este caso se trata de un partido y, más importante aún, de un clásico que terminó sin goles, resultado que terminó siendo bueno para Nacional y no tanto para Peñarol, que sigue a ocho puntos en la Tabla Anual.
No todos los 0-0 son aburridos y este es un ejemplo. El partido fue abierto y con varias situaciones de gol, más para el aurinegro que para el tricolor. Que los arqueros Kevin Dawson y Sergio Rochet hayan sido figuras dice claramente que emociones no faltaron.
Fue más incisivo Peñarol y es lógico, porque era el que tenía que achicar la diferencia. No logró ganar por las grandes atajadas de Rochet, por lo que debe concluirse que en definitiva el que salió airoso del duelo fue Nacional, pues si bien no triunfó sí fue el que consiguió el objetivo, que era no perder la ventaja en la Anual. Pero vayamos a repasar esos hechos que ayudan al análisis de por qué se dio el 0-0.
Peñarol: a un toque
Peñarol ratificó su intención de jugar a un toque, dándole a la pelota gran circulación, pero hasta el borde del área rival. Allí le faltó un cabeza de área que recibiera de espaldas al arco y de primera habilitara al que se viene metiendo. En ese último toque falló indefectiblemente. Las jugadas de gol que generó llegaron por desbordes y acciones individuales (válidas por cierto), pero no producto del estilo pregonado por el entrenador Mauricio Larriera. Si Peñarol logra aceitar ese sistema se convertirá en un equipo muy peligroso, pero por ahora depende mucho de las incursiones de Facundo Torres (ayer anulado), de los disparos lejanos de David Terans y del olfato goleador de Matías Britos. Algo interesante fue el movimiento de “pistón” entre Terans y Britos, porque este último en varias ocasiones sacó marcas del área para que su compañero pudiera venir de atrás y ocupar su espacio, pero esas fallas en la entrega final impidieron que el movimiento fuera efectivo.
Nacional: un medio con fútbol
En cuanto a Nacional, también confirmó a qué quiere jugar. No perder era fundamental y si se podía ganar, mejor. Para ello Jorge Giordano volvió a armar un mediocampo con muy buen pie, liderado por Gabriel Neves, pero en este caso sustentado en el gran partido que hizo Emiliano Martínez. Marca, presencia, elegancia para llevar la pelota, precisión en las entregas, buena lectura del juego... Un futbolista completo que, en la medida en que el técnico consiga mantener el tridente del medio, puede darle grandes satisfacciones a Nacional.
El problema tricolor, al igual que Peñarol, sigue estando en ofensiva, porque Brian Ocampo desborda, llega al fondo, manda el centro, pero no encuentra quién lo empuje. Gonzalo Bergessio continúa con su sequía goleadora (fue alcanzado como máximo goleador del Campeonato Uruguayo por Juan Ignacio Ramírez, quien ayer anotó un doblete para Liverpool y llegó a 15), ahora aumentada por el hecho de que anoche fue alimentado con más pelotas para definir y no lo consiguió.
Los cambios de Larriera y Giordano
Y llegamos al punto de los hechos más importantes para explicar el empate: las variantes. Una vez más el primer cambio ensayado por Mauricio Larriera resulta poco entendible. Puso a Denis Olivera por el lesionado Jonathan Urretaviscaya. Digamos antes que el “Rayo” volvió a hacer un flojo partido, pero no parece ser el ex-Danubio (casi sin minutos: 142 en seis partidos previos) una primera opción de cambio para un clásico. Estuvo perdido en la cancha y casi no entró en juego. E insisto con un concepto ya manejado con anterioridad: ¿para jugar de primera no es bueno darle más minutos a Krisztián Vadócz, que tiene esa cultura arraigada por ser europeo?
Del lado de Nacional la cuestión parece ser las pocas variantes que tiene Giordano, porque hizo solo dos. Una vez un técnico explicó: ‘cuando te das vuelta, mirás el banco, ves que no hay ningún jugador que te pueda cambiar el partido y seguís con lo que tenés en cancha, es porque no hay plantel’. Y debe ser lo que le pasó ayer al entrenador tricolor. El ingreso de Ignacio Lores por Pablo García nada varió, pero lo más llamativo es que Peñarol se quedó con 10 a los 83’ por la expulsión de Cristian Rodríguez y Giordano respondió con el cambio de Thiago Vecino por Bergessio en el minuto 89. ¿Por qué no antes? Eso y que haya resignado tres cambios explica claramente que la prioridad de Nacional era no perder antes que ganar.
Así y todo, el partido fue atractivo. Para Peñarol lo positivo es que luego de tres clásicos en el Campeón del Siglo sigue invicto, con dos empates y un triunfo. Para Nacional lo es que continúa líder de la Anual y con luz, por más que de los 12 puntos que disputó solo ganó la mitad. Claro, su rival de todas las horas ganó menos todavía y eso por ahora le es suficiente.