Peñarol derrotó 3-2 a Estudiantes de La Plata en el Estadio Campeón del Siglo y se quedó con la Copa Juan Manuel Olivera en el marco de la Serie Río de la Plata. Tras comenzar perdiendo por los goles de Boselli y Pellegrino, que le dieron el 2-0 parcial al Pincha en siete minutos de juego, el aurinegro lo revirtió con tantos de Bentancourt, Méndez y Godoy (en contra). De esta manera, Alfredo Arias inició su era en el mirasol con una sonrisa.

Si bien Abel Hernández, Leo Coelho, Sebastián Rodríguez y Carlos Sánchez, las cuatro incorporaciones del club, no tuvieron minutos, fueron presentados ante los hinchas en la antesala del partido y recibieron una ovación del estadio. También hubo plaqueta de reconocimiento para Olivera, que durante su carrera profesional jugó en el carbonero y el Pincharrata.

Peñarol tuvo un inicio más que errático. Fue fiel a la idea de su DT de salir jugando desde abajo, pero las imperfecciones técnicas lo complicaron ante un equipo dispuesto a capitalizar cada ocasión. De hecho, así fue ya que a los siete minutos de juego el Pincha ya estaba dos goles arriba. El primero fue obra de Mauro Boselli luego de una maniobra ofensivo que elaboró Godoy por la derecha para luego cederle la asistencia al goleador, que definió cruzado y con precisión.

El mirasol, que recién había recibido el golpe, no llegó a tomar dimensión de eso porque enseguida llegó el segundo: Valentín Rodríguez perdió la pelota en la salida y Mateo Pellegrino hizo todo bien debido a que con un solo movimiento dejó atrás la marca de Hernán Menosse y definió con precisión y ayuda de un leve desvío para estampar el 2-0 parcial.

El Estadio Campeón del Siglo rugía cada vez más fuerte, sobre todo cuando llegaron los goles, en una especie de aliento repentino hacia su plantel, que en el momento menos pensado encontró la reacción. Primero con una jugada que se inició por la izquierda y terminó en centro para Bentancourt, que definió y, luego del rebote de Andujar, colocó el descuento.

Instantes después el mirasol aprovechó el envión por intermedio de su número 10, que ingresó al área y definió a colocar al palo izquierdo de Andújar para empatar el juego. De nuevo llegó la Ovación del estadio para un equipo que se estaba estrenando al mando de Arias.

Desde allí en adelante el dominio fue del conjunto de Arias, que tuvo la rebeldía para irlo a buscar a pesar del mal inicio a nivel de juego y encontró la recompensa: luego de un centro desde la derecha de Milans, Bentancourt definió y, luego de un rebote en Godoy, la peltoa ingresó en el arco Pincha para el delirio de la hinchada local.

El esfuerzo de Estudiantes no cesó y ya en el segundo minuto del complemento el equipo argentino avisó. Primero con un remate estrellado en el horizontal, que rebotó y terminó sacando Menosse sobre la línea, y luego con otro contra el palo izquierdo, que mandó al córner Cardozo.

A los 57' el guardameta aurinegro volvió a ser protagonista. Esta vez, inquietado por un remate cruzado desde afuera del área del zurdo Romero sacó las manos a último momento para dejarla salir.

Los intentos del pincharrata siguieron mientras que Peñarol seguía aguantando resguardado sobre el fondo. Sin embargo, los ataques argentinos nunca encontraron la precisión que el equipo había tenido en los primeros 10 minutos de juego para hacer dos goles en el amanecer del partido.

De pelota quieta tuvo también la chance Benjamín Rollheiser sobre los 71 minutos, pero Cardozo se la sacó del ángulo y después no pudo evitar el córner.

El intento aurinegro llegó por intermedio de Máximo Alonso, que probó de zurda, también de media distancia. ¿El resultado? Manos firmes y seguras del arquero Andújar.

La última pincharrata la tuvo Zapiola, que probó sobre el final en un tiro libre que se marchó por arriba del travesaño.