TORNEO APERTURA

"Carbonero, un poco más de huevo, un poco más de huevo”. Promediando la primera parte en el Parque Saroldi, Peñarol dominaba a River Plate pero no lograba convertir. Los pocos hinchas que acompañaron al equipo empezaron a mostrar su descontento y los cánticos eran el fiel reflejo de eso.

Los minutos pasaron y el equipo no tenía reacción ofensiva como para ponerse en ventaja. La primera parte en el Prado se fue con el mirasol dominando y generando chances, pero sin poder romper el cero en el marcador.

En la segunda mitad todo cambió y para peor. Los de Mauricio Larriera no repitieron la actuación del primer tiempo y si bien en un par de oportunidades Salvador Ichazo evitó el tanto carbonero, la paciencia de los hinchas en la tribuna se agotó.

Y el hecho que comprobó eso fue la salida de Matías Aguirregaray a los 73’ junto a Pablo Ceppelini. El volante se fue directo al banco de suplentes, pero el Vasquito recorrió el camino por delante de una de las cabeceras -donde estaban algunas hinchas aurinegros- y no bancó los reclamos.

Un grupo de fanáticos le recriminó al lateral derecho carbonero su bajo rendimiento y el artiguense respondió con un “vení, vamo’ a pelear, la concha negra de tu hermana”.

Eso ofuscó aún más a los hinchas que se pegaron al alambrado y la situación se transformó en un problema en el que intervinieron Jonathan Urretaviscaya, quien se preparaba para servir un córner desde ese sector y agarró al Vasquito para acompañarlo al banco de suplentes, y el árbitro José Burgos, quien le pidió a la seguridad privada que se quedara por detrás del banco de Peñarol porque los fanáticos enojados ya habían llegado hasta ese sector.

Fue un momento que pintó de cuerpo y alma la actualidad de un Peñarol que está a punto de cerrar el primer semestre de la temporada con las manos totalmente vacías en el plano local y también en el ámbito internacional.

Para colmo y como por si eso fuera poco, luego de que José Burgos marcara el final del partido que se terminó sin goles en el Prado ante River, los hinchas mirasoles despidieron al equipo con otro cántico: “Están jugando en Peñarol”.

Con caras largas y mirando el piso, masticando bronca y rabia por otro mal resultado. Así se fueron los jugadores de Peñarol del campo de juego del Saroldi mientras los hinchas en la tribuna dejaron en claro su descontento. El equipo no contagia y sigue estando en el debe con su gente.