Pura sangre: con un Canobbio explosivo, Peñarol aprontó la semi con una goleada

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Agustín Canobbio. Foto: Francisco Flores.
Francisco Flores

TORNEO CLAUSURA

El aurinegro derrotó a Boston River por 5-2, se puso a tiro en las dos tablas del campeonato local y aprontó la vuelta de la semifinal de la Sudamericana ante Paranaense con una buena presentación.

Peñarol ganó, gustó y goleó. Cuidó jugadores, puso en equipo alternativo y salió ileso del Parque Artigas de Las Piedras. Ahora solo queda esperar si Agustín Canobbio, que recibió un control adverso en el antidopaje ante Sporting Cristal, podrá estar el próximo jueves contra Athletico Paranaense por la semifinal de vuelta de la Copa Sudamericana para intentar dar vuelta la serie (1-2).

El triunfo de ayer ante Boston River dejó al aurinegro a tiro en las dos tablas. Quedó segundo en el Clausura a dos puntos de Wanderers, que recibirá en la próxima fecha, y recuperó el segundo lugar de la Tabla Anual a cinco unidades de Plaza Colonia.

El partido se le hizo cuestarriba a Peñarol porque a los 10’ ya estaba abajo en el tanteador. Agustín Dávila, exaurinegro, sorprendió con un disparo de larga distancia y puso en ventaja a Boston River. Observó adelantado a Volpi y aprovechó la oportunidad. El arquero la vio pasar; pero rápidamente Peñarol encontró la igualdad porque cinco minutos más tarde el árbitro entendió que hubo penal sobre Edgar Elizalde y Ariel Nahuelpán lo cambió por gol.

Con el empate, el equipo creció en confianza con un Facundo Torres decisivo en el uno contra uno y un Agustín Canobbio exuberante desde el aspecto físico para superar en carrera constantemente a sus rivales. Acertó en casi todas las decisiones que tomó.

Agustín Canobbio, Valentín Rodríguez, Giovanni González, Agustín Álvarez Wallace y Facundo Torres. Foto: Francisco Flores.
Agustín Canobbio, Valentín Rodríguez, Giovanni González, Agustín Álvarez Wallace y Facundo Torres. Foto: Francisco Flores.

Es cierto que el equipo extrañó a su doble cinco: Walter Gargano, baja por una contractura, y Jesús Trindade, al que el DT decidió darle descanso. Ni Damián Musto ni Agustín Álvarez Wallace tomaron el trabajo que habitualmente hace el Mota y al aurinegro le faltó ese jugador decisivo en la distribución. Ambos acostumbrados a la marca, no pudieron aportarle en ese aspecto. De todos modos, cumplieron un aceptable partido y, sin brillar, salvaron el examen.

Peñarol siguió apostando al tándem Canobbio-Torres y así llegó el segundo tanto a los 34’. Falta sobre el primero, centro del segundo y cabezazo de Nahuelpán para el 2-1.

Después, en el segundo tiempo, liquidó el partido con sus dos mejores figuras: Canobbio (52’) y Torres (61’). El primero con un tiro a colocar al palo más lejano del arquero y el segundo con un disparo que se metió en el ángulo.

La última media hora Mauricio Larriera la usó para administrar las cargas físicas de cara a la revancha con Paranaense. Aprovechó para que tomen minutos Nicolás Gaitán e Ignacio Laquintana.

El cierre el encuentro tuvo tiempo para más emociones. Facundo Labandeira quedó cara a cara con Volpi y achicó diferencias a los 79’. A los 90’ Leandro Lozano, en contra, decretó el 5-2 tras querer pellizcarle una pelota a Agustín Álvarez Martínez.

Ariel Nahuelpán celebra uno de los goles anotados en el Boston River-Peñarol. Foto: Francisco Flores.
Ariel Nahuelpán celebra uno de los goles anotados en el Boston River-Peñarol. Foto: Francisco Flores.

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