WANDERERS

Nicolás Quagliata, el joven enganche deWanderers, jugará mañana la primera final de su carrera. Y está muy entusiasmado con poder ganarla.

“Es una oportunidad muy linda para nosotros. Y para mí es especial, porque es la primera final que voy a jugar. Estamos preparados para cumplir el objetivo”, dijo Nicolás, quien no cree que su equipo se haya visto perjudicado porque la final no se jugó cuando debía disputarse.

“Estábamos preparados y bien enfocados para jugarla cuando se suspendió, pero ahora estamos de la misma manera. Muy concentrados para lograr el objetivo que es ganarla y salir campeones”, añadió.

No cree sin embargo, que la presión sea de Nacional, a pesar de las dos finales que perdió. “Si bien son el cuadro grande y deberían salir a ganar, nosotros también. Ellos tienen jugadores de nombre y de calidad, pero nosotros estamos preparados para hacer un partido perfecto, dar el golpe, y ser campeones”, dijo convencido el futbolista de 21 años que lleva 555 minutos en el primer equipo de Wanderers.

Quagliata, al igual que su amigo y compañero Mauro Méndez, se aseguró la titularidad con la llegada de Daniel Carreño a la dirección técnica. “Es un gran técnico que nos aportó mucho cuando llegó, con su personalidad y sus chistes. Nos hacía reír y por ese camino nos fue motivando y se lograron los buenos resultados”, contó sobre su entrenador. Y agregó: “creo que hoy estamos siendo más verticales y más directos en el juego”.

Quagliata y Méndez ya eran compañeros en las formativas de Defensor Sporting y llegaron juntos a Wanderers. Eso hace que se entiendan a la perfección. “El conocimiento es un plus para nosotros. Nos entendemos muy bien adentro de la cancha y eso nos favorece”, explicó y se definió “soy un jugador con buena técnica al que le gusta encarar y el uno contra uno. Y con buenos pases filtrados”.

Nicolás es hijo de Óscar, el exdelantero y hoy entrenador, quien es ayudante de Pablo Repetto en Liga Universitaria de Ecuador. “Traigo el fútbol en la sangre, prácticamente ya estaba pateando una pelota desde que nací. Mi padre me aconseja, pero trata de no meterse en mi carrera, que las instrucciones me las de mi cuerpo técnico”, contó sobre Óscar quien justo está en Uruguay de vacaciones y podrá ver a su hijo jugar su primera final.