Con el equipo deportivo de Racing y su boina, Eduardo Espinel bajó del ómnibus que dejó al equipo en el estadio de la ciudad de Concepción y enseguida saludó con un “buenas tardes” y una sonrisa a los que allí se encontraban. Con ese aspecto bonachón, el entrenador se ganó unos buenos amigos de su paso por Chile cuando dirigió a Santiago Wanderers en 2016 y parece que aún los mantiene porque le dieron una buena mano para el triunfazo que sacó el Cervecero ayer ante Huachipato, actual vicecampeón chileno, por la Copa Sudamericana.

A este nivel los partidos se ganan en los detalles y hay que decir que Espinel se valió de la información que recibió para idear el plan perfecto que estiró la mala racha del negriazul que fue el mejor tercero de la Copa Libertadores, le ganó a Gremio y a Estudiantes de La Plata como visitantes, ojo Racing, pero que como local solo sumó un empate frente al equipo argentino.

Espinel dejó en el banco a Tomás Verón Lupi, la figura del equipo, parecía una sorpresa antes del partido pero el profesor tenía un plan y los alumnos aplicaron perfecto la lección. Los entrenadores chilenos amigos le confiaron al entrenador de Racing que el juego aéreo era el punto débil de Huachipato y el Cervecero, acostumbrado a un 4-3-3, paró un 4-3-1-2 con Jonathan Urretaviscaya suelto, Hugo Silveira como referencia de área, Dylan Nandín con una movilidad como para volver corriendo a Montevideo y una jugada preparada de pelota parada que tenía como protagonista a Guillermo Cotugno que marcó en dos jugadas calcadas el primer doblete de su vida, al menos en lo profesional.

Foto: AFP

El reloj no había dado cuatro vueltas y Huachipato ya estaba en ventaja y justamente por la pelota parada por la que Racing quería hacer daño. Pareció un golpazo pero en un lapso de siete minutos los de Sayago lo dieron vuelta. Urretaviscaya lanzó un tiro libre lateral al primer palo, si no estaba Cotugno para desviar y hacer el gol habría parecido una mala ejecución pero estaba todo pensado.

Nandín fue una verdadera molestia para los chilenos y, siete minutos después, dejó a un defensor por el camino y dio vuelta el partido antes del descanso, del que Racing volvió encendido porque pegó enseguida. Jugada calcada al primer gol pero del otro sector y dos de ventaja. Racing sufrió los minutos finales porque Cris Martínez volvió a poner en partido a Huachipato pero La Escuelita aguantó, ganó un partidazo y sueña con enfrentar a La Academia (Racing de Argentina) en octavos.