Por Sofía Berardi
En un primer momento la ida a La Luz podía parecer pasajera para Ramiro Méndez (22), una simple salida en búsqueda de minutos como había sido la de Boston River, por ocho meses. Sin embargo, esta vez no quería volver a Defensor Sporting, club en el que creció, porque iba a ser el tercer o cuarto golero. Así que cuando finalizó la cesión con el Merengue, el arquero eligió rescindir con el violeta y firmar dos años con el equipo con el que ascendió a Primera División.
A la “B” llegó en una gran campaña de su par Jhonny Da Silva -ahora ataja en Albion- así que no pudo sumar muchos minutos. Este año, pese a ser el más chico, Méndez es el arquero titular en un Merengue que parece haber encarrilado su desempeño en la “A”.
“El club está feliz, digamos que acá es todo a pulmón. La hinchada está muy agradecida por todo lo que hemos hecho desde el año pasado, llegando a la final de la Copa Uruguay, eliminando a Peñarol. Este año las primeras cinco fechas fueron durísimas y si no ganábamos nos mataba. Ahora por suerte nos acomodamos, el Parque Palermo nos ha venido muy bien también y el grupo se está afirmando, está agarrando mucha confianza”, asegura Méndez.
Este sábado, cuando enfrenten a Nacional por la fecha 13 del Apertura en el Gran Parque Central (19 horas), Méndez afirma que será una “linda chance para mostrar que estamos subiendo y acoplándonos a la A, que es muy difícil la adaptación”. Algo a favor para La Luz es que no se achica con los grandes y aunque aún nunca se midió a Nacional, le hizo partido a Peñarol en semifinales de la Copa AUF Uruguay y también en el Apertura, juego que el mirasol ganó 4-3 en la hora con un penal de Matías Arezo. “Ese venía con gustito a revancha”, bromea el guardameta.
El equipo que dirige Ignacio Pallas tiene un promedio de edad de 25.8, lo cual intentan usar a su favor para mejorar: “Jugamos mucho al físico, tenemos un equipo muy joven. Estamos confiados y muy tranquilos. No hablamos mucho de qué rival nos toca, nos preparamos siempre para jugar una final. Por otro lado, intento no pensar mucho. Siempre pasa que tu familia te molesta con Nacional, pero intento enfocarme”. Pese a los chistes, su familia, que vive en Maldonado (donde nació), lo apoya a la distancia o en la cancha y se ha encariñado con el club. “Hasta mis amigos se hicieron de La Luz, les regalé la camiseta y no se la sacan”, comenta el arquero.
Schiappacasse, un jugador clase A
La Luz lleva cuatro partidos sin perder y con dos goles más este fin de semana podría gozar del máximo artillero del campeonato. Nicolás Schiappacasse acumula seis y está a dos de Arezo.
“Na, es un distinto”, atina a decir Ramiro cuando se le consulta por su compañero, y lo describe: “Te das cuenta en los movimientos que tiene, te lleva tres o cuatro jugadores, define que es una locura, es un jugador que es clase A. Pese a todo lo que le pasó, capaz que la gente no sabe o no lo conoce, pero es un fenómeno, como compañero aporta mucho al grupo y en la cancha ni que hablar, lo demuestra en los partidos. Ojalá lo aprovechemos lo más que podamos”.
Luego de estar privado de libertad por portar un arma de fuego en la previa a un clásico entre Peñarol y Nacional, Schiappaccase, confiesa Méndez, no tiene “problema en hablar de lo que pasó. El que lo conoce sabe que fue una mala fortuna, la gente se equivoca y ahora está aprovechando la oportunidad. Nosotros lo vemos muy bien”.
De la sorpresiva salida de Fuentes al cambio de aire de Pallas
El grupo está unido, hay mucho diálogo y la llegada de Ignacio Pallas a la dirección técnica es algo que Ramiro destaca mucho. “Nacho nos hizo muy bien. Le ha dado al grupo tranquilidad”, sostiene. El ex DT de Fénix se sumó a La Luz tras la renuncia de Julio Fuentes en la segunda fecha del Torneo Apertura.
“A muchos nos sorprendió”, afirma Méndez sobre la abrupta salida del entrenador tras la caída con Peñarol. Y añade: “Nunca pensé que se fuera a ir por todo lo que hizo por el club, fue histórico. Nacho nos cambió el aire y nos dio tranquilidad, es muy positivo. Es un cuerpo técnico muy bueno, le llegan al jugador, a mi me han dado mucha confianza. Creo que lo de Julio no fue algo deportivo. Fue raro”.
Los objetivos del club
"El equipo jugaba bien y se sentía bien", dice Méndez, pero faltaba la victoria. “Creo que estos cuatro partidos nos han dado mucha confianza”, señala el arquero del Merengue, al día de hoy en el puesto 13 de 16 con 12 unidades (tres triunfos, cuatro empates y cinco derrotas).
El objetivo principal del equipo es salvarse del descenso, aunque Méndez sueña en grande y piensa que el siguiente podría ser entrar en copas internacionales. “Son los dos objetivos que nos hemos planteado como plantel y creo que estos son los partidos que nos va a dar confianza para saber a qué vamos a ir y a qué podemos llegar a pelear”, concluye Méndez. Además, La Luz sueña en grande, y buscará la revancha en la segunda edición de la Copa AUF.