ESPAÑA
Un espaldarazo para el desarrollo mundial del fútbol femenino: el plantel de mujeres del conjunto merengue, club más ganador de la historia, jugará este fin de semana su primer partido.
Un duelo de altura, por la conocida rivalidad con el Barcelona, alumbrará la entrada del Real Madrid en el fútbol femenino. Un clásico español que representa un impulso al desarrollo del fútbol de mujeres en todo el mundo gracias a la relevancia de los dos equipos.
El torneo español Primera Iberdrola retoma su actividad después de siete meses de hibernación, teniendo en cuenta que el curso 2019/20 fue suspendido en marzo por la pandemia y que el inicio de la nueva campaña se pospuso hasta la primera semana de octubre. No hay cartel más atractivo en el universo del fútbol que un Real Madrid-Barcelona, un dulce aperitivo para inaugurar la serie de 34 jornadas.
Como campeón y como debutante se reconocen uno y otro en el brote de esta temporada, sumamente animada por la aparición del club blanco. Culminada la fusión por absorción del CD Tacón, tras un último curso de colaboración transitoria en el que el cuadro taconero entrenó y jugó en la ciudad deportiva de Valdebebas, la entidad madridista añade a su estructura la sección femenina de fútbol.
En la Primera División, el Real Madrid irrumpe sin el pedigrí azulgrana -cinco ligas, seis copas y una supercopa-, pero con "el compromiso de potenciar la promoción del fútbol femenino y contribuir a su desarrollo y crecimiento".
La promesa del profesionalismo
En un año debería consagrarse la promesa de la presidenta del Consejo Superior de Deportes español, Irene Lozano, de profesionalizar la Primera División femenina en España. "Creo que nuestras mujeres futbolistas se lo merecen, la sociedad lo demanda y el Gobierno tiene un compromiso firme", dijo durante el acto de entrega de los Premios Lilí Álvarez de Periodismo.
Hasta la fecha, este profesionalismo dependía exclusivamente de los clubes. El Barcelona fue el primero en cruzar ese umbral en el verano de 2015, cuando extendió su mirada a Europa y empezó a componer un plantel poderoso.
El anhelo de ganar la Liga de Campeones en un futuro próximo -en 2019 perdió la final- le llevó a mejorar las condiciones de sus jugadoras, como ahora están haciendo sus rivales al unísono, dada la publicación del convenio colectivo. El texto vigente garantiza que todas las futbolistas sean, como poco, mileuristas.