EN ESPAÑA

La mística de Real Madrid se sigue alimentando de sus hazañas. El equipo merengue, que tuvo a Federico Valverde durante todo el partido en cancha y cumpliendo una muy buena labor, venció 3-1 a Manchester City y de forma casi milagrosa consiguió el pasaje a la final de la Champions League, en la que el 28 de mayo enfrentará en París a Liverpool.

El conjunto español había perdido 4-3 en la ida y en el minuto 89 caía 0-1 en el Santiago Bernabéu, pero un gol de Rodrygo en ese instante y otro más del brasileño en tiempo de descuento llevaron al partido a prórroga, donde un tanto de penal de Karim Benzema definió la serie semifinal.

Real Madrid y Manchester City sabían que se estaban jugando nada más y nada menos que un lugar en la final de la Champions League y con este resguardo se jugó el partido. Los dos equipos se cerraron bien en su área, se cuidaron en la salidas, pero también intentaron llegar.

En los primeros minutos el merengue molestó más, dos de esas llegadas fueron gracias a dos pases claves de un Fede Valverde que fue presentado como extremo por derecha, pero que terminó jugando por todos lados. Una que Benzema no pudo culminar en el minuto 10 —tampoco había podido direccionar bien un cabezazo en el minuto cuatro— y otra que le desviaron siete minutos después fueron los primeros intentos, pero la más clara que la tuvo Vinicius.

Luego el City tuvo más la pelota y comenzó a generar peligro en el área local. Allí fue donde apareció el arquero merengue, Thibaut Courtois, uno de los responsables de mantener a Real Madrid en partido al sacar dos balones con destino de gol de Bernardo Silva.

Real Madrid lamentó el tanto que se perdió en el primer minuto del segundo tiempo cuando, ante un City que estaba dormido, el conjunto merengue no pudo culminar una jugada armada donde Vinicius quedó solo frente al arco, pero definió mal.

Gol errado, gol que hace el otro equipo y, aunque tardó en llegar, fue el City que abrió el marcador a los 73' por intermedio de su máximo goleador de la Champions (7), Riyad Mahrez. El tanto llegó de una muy buena distracción que generó Bernardo Silva y el balón que Gundogan ayudó a meter entre líneas para que apareciese el remate del franco-argelino. Nada pudo hacer Courtois engañado por una disparo que parecía a su palo derecho aunque finalizó en el primero.

Faltando cinco para el final el arquero merengue volvió a tapar un remate de Joao Cancelo y se reafirmó como el de mejor rendimiento del Real Madrid. Un minuto después el local se volvió a salvar de un tiroteo del City, que ya sacaba los pasajes para la final en París. 

Pero en el Bernabéu no se da nada por perdido. Así que Ancelotti mandó a Rodrygo a la cancha y él respondió: en dos minutos hizo dos goles y le dio al Real Madrid la chance de ir al alargue con un resultado global de 5-5. Una vez más, como ante el Chelsea y París Saint-Germain, el merengue recobró su fuerza en los últimos minutos. 

Con el envión de la mística madrileña y un público que no paró de alentar, llegó el tercero del Madrid gracias a un penal autoría de Benzema (se lo cometieron también a él) y el City se lamentaba por los goles errados que no lo habían dejado cerrar el partido.

El árbitro dio tres minutos más y Pep Guardiola, más parecido a Simeone que a otra cosa, fue a quejarse. No le bastaron para ponerse a tiro y el Real Madrid le arrebató la semifinal a los ciudadanos.