La exhibición de Nacional el último sábado contra River desnudó una de las tantas jugadas de pizarrón que Álvaro Recoba ensayó a puertas cerradas con sus jugadores. De un tiro libre al borde del área, que ese día preparó Diego Polenta, se encontraron sueltos, por el medio, Diego Zabala y Juan Ignacio Ramírez para que finalmente terminara en gol del centrodelantero.
De reojo, con esos movimientos, que también se habían visto en el encuentro de Copa AUF Uruguay contra Potencia en el Viera, el técnico comenzó a mirar de reojo el partido clásico revelando algunas de las cartas que se retrotraen a la misma especialidad que tenía como futbolista.
Con la pelota parada como bandera, y una altura promedio de 1,78 metros en su probable 11 titular -la misma que Peñarol-, Nacional intentará sacar provecho de sus torres y hacerle daño a su rival en una faceta que lo mostró endeble el pasado domingo contra Liverpool.
Además, no es algo que le resulte atípico al equipo, que si bien cambia de protagonistas de un año al otro, ha mantenido su esencia. Y eso se explica cuando del desglose surge que de los últimos 10 goles clásicos convertidos, cuatro los haya conseguido con centros al área.
Gonzalo Carneiro, más que Juan Ignacio Ramírez, es el que siente al cabezazo como una habilidad natural que lo hace superponerse a los rivales aprovechando su altura (1.92).
Pero el Colo, lejos de quedarse atrás, también se ha sabido amigar y perfeccionar sus testarazos al punto de que no hace falta retroceder más de dos partidos para encontrar un cabezazo suyo que se estampó contra el palo y sumó a la goleada tricolor frente a Potencia.
Juego aéreo: un recurso que le ha dado resultado a Nacional en los últimos 10 clásicos
Los antecedentes oficiales de los últimos 10 clásicos le dan a Nacional campo fértil para escarbar en el terreno aéreo, una vertiente que Álvaro Recoba tiene en mente explotar con pateadores de buen pie, como Franco Fagúndez, y como ya lo hizo en 2021 cuando Brian Ocampo reconoció que su ayuda le había servido.
En esos enfrentamientos más recientes hubo 10 gritos tricolores contra Peñarol de los cuales cuatro se originaron por un cabezazo.
En 2020, el artífice fue Gonzalo Bergessio, en un clásico que terminó 1-1 en el Centenario (cuarta fecha del Torneo Apertura de aquel año).
La temporada siguiente se jugó en el Gran Parque Central, pero también con restricción de público por la pandemia. El argentino repitió, aunque esa noche terminó en triunfo aurinegro (2-1).
Una semana después el autor fue Guzmán Corujo, en el Campeón del Siglo, el día en que Nacional ganó 1-0 y Peñarol se clasificó por goles de visitante en el global de la serie por Copa Sudamericana.
El último año lo consiguió Mathías Laborda en el clásico que jugó Luis Suárez. Fue victoria 3-1.