ELIMINATORIAS

Reinaldo Rueda, entrenador de Chile, todavía no definió el once ni la táctica con la que afrontará el partido ante Uruguay, que también tiene algunas dudas, en el inicio de las Eliminatorias, pero ya dejó ver algunas señales importantes. Para empezar trabajó un equipo que podría llegar con cinco defensas, tres mediocampistas y dos atacantes.

Sin Mauricio Isla, baja por culpa del COVID-19 y de enorme relevancia para el armado de la defensa, el conductor colombiano procura encontrar soluciones que le ayuden a fortalecer el fondo. Porque decididamente la baja de Isla generará importantes movimientos en la conformación de la retaguardia. Sin olvidar, por otra parte, que también perdió al lateral Guillermo Soto por un desgarro.

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Para el gran duelo en el Centenario, y con las bajas de Bravo, Jara, Lichnovsky, Medel, Maripán, Orellana, Pulgar, Soto e Isla, Rueda se vio obligado a conformar una oncena inédita.

En principio, el once sería compuesto por Gabriel Arias; Paulo Díaz, Francisco Sierralta y Enzo Roco, en una línea de tres que no será tal cuando se defienda. En el medio utilizó a José Pedro Fuenzalida, Claudio Baeza, Charles Aránguiz y Sebastián Vegas, soltando a Arturo Vidal, para dejar en el ataque a Alexis Sánhez y Eduardo Vargas. O sea, es un 3-4-1-2 en ataque y un 5-3-2 defendiendo, porque Fuenzalida y Vegas se transforman en los laterales. Y Vidal se mete en la línea de volantes.

No fue el único sistema ensayado. Pero sí los mismos hombres utilizados. Rueda, según describieron los diarios chilenos, ensayó un 4-1-4-1. Allí, el fondo lo integraron Díaz, Sierralta, Roco y Vegas. En el medio Baeza, y delante de él una línea de cuatro con Fuenzalida, Vidal, Aránguiz y Sánchez. Lo que hizo que arriba quedara solamente Vargas.