ESTADIO CENTENARIO, HORA 20

Las ganas de confirmar contra las ganas de volver. El equipo del momento, contra el equipo que sorprendió primero. Uno que llega dando la nota, el otro que se recuperó y espera que el fútbol le devuelva lo que le quitaron con la cantidad de jugadores que se marcharon. Liverpool vs Rentistas, semifinal del Campeonato Uruguayo con un favorito, pero sin que pueda primar la sensación de que se viene un duelo de David contra Goliat.

Al “Renta”, que oficiará de local en un partido que además de entregarle un lugar de privilegio en la disputa por el título de campeón le concederá nada menos que una recompensa de tres millones de dólares, porque se clasificará a la fase de grupos de la Copa Libertadores, nadie le puede quitar la ilusión de alcanzar la victoria. Mucho menos después de haber demostrado no hace mucho tiempo atrás que todo el favoritismo que gozó Liverpool en Belvedere al final no terminó validándose.

Aquel empate 2-2, por la cuarta fecha del Torneo Clausura, confirmó que ni la reconstrucción a la que se vio obligado a cumplir Alejandro Capuccio le enterró las posibilidades de dar la talla frente al oponente que ya asomaba como adversario de riesgo.

Pero no se puede negar que el “Negriazul” está entonado. Fuerte. Convencido de lo que hace. Tiene un juego ofensivo muy fuerte y logró, además, el equilibrio que le faltaba porque antes anotaba mucho pero también recibía.

Ahora es otra cosa. Se protege tan bien como se arma para arrancar hacia el arco adversario.

Pero ambos saben que se trata de un partido, no de una campaña ni de una serie de tres finales. Y en este marco quizás muchas ventajas desaparezcan o se disminuyan. Un error, una distracción es capaz de provocar el desbalance que termine construyendo una crisis en el juego.

De la euforia al bache se puede caer de forma estrepitosa, todo depende de las acciones que aparezcan en el partido y de la manera que se vaya perfilando el cotejo. Y de eso se puede agarrar con fuerza Rentistas para transmitirle nervios al Liverpool de Marcelo Méndez.

Para validar la condición de favorito o elevar a la máxima consideración la chapa de enemigo de enorme riesgo es imprescindible que se confirme en la canchas las aptitudes de los futbolistas.

En se caso, ambos tienen pruebas superadas. Rentistas supo estar a la altura de la exigencia cuando se vio obligado a definir el Torneo Apertura en una final ante Nacional. Liverpool también. Y más reciente. Porque en el Gran Parque Central y ante los tricolores confirmó su chapade equipo aspirante al título del Campeonato Uruguayo al ganar el Clausura y dar la vuelta olímpica en terreno ajeno.

Y en el peso o importancia de los jugadores, para los de Belvedere no es poca cosa llegar al duelo con el gran goleador Juan Ignacio Ramírez. Mucho más cuando en los mano a mano que se dieron entre Apertura, Intermedio y Clausura el “Colo” supo romper la red en cinco ocasiones.

Ojo, del otro lado también tienen un futbolista que sabe mandar el balón a la red adversaria. Gonzalo Vega le perforó el arco en dos oportunidades al Negriazul en la temporada.

Se vienen 90 minutos, como mínimo porque puede haber una prórroga de 30 más, de enorme peso. Con un valor histórico muy grande para dos equipos chicos que sueñan con quedarse con el gran premio. La ambición de ambos es grande y tienen las virtudes necesarias como para dar el primer paso.

Hay promesa de lucha.