El humo blanco hoy está muy lejos de percibirse. La Unión de Clubes y las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), dos de las tres partes,se sentarán a dialogar en la Cámara de Comercio desde las 17:00 horas para plantear posiciones y ver de qué manea seguir. Pero casi nada ha cambiado desde que las partes lanzaron sus comunicados e incluso sus posturas parecen inflexibles.
La Unión de Clubes cree que el cese de la actividad es una “presión” y entiende que para sentarse a negociar las reformas del estatuto primero tiene que volver el fútbol. A su vez, solicita reuniones “exclusivas entre las dos partes involucradas excluyendo de aquí en más al presidente de la AUF”.
En tanto, las SAD se expresaron el jueves por la noche diciendo que están dispuestos a aceptar que el salario mínimo de la Segunda División Profesional sea equivalente al 62,5% del sueldo mínimo de la Primera División Profesional y le solicitan a la Mutual que les brinde “asistencia financiera a” los clubes de la “B” para cubrir ese aumento hasta el 31 de diciembre de 2025, especialmente en equipos que acuerden salarios mínimos.
Diego Scotti dijo el viernes que las SAD mostraron otra “predisposición” y Álvaro Rivero, presidente de la Mesa Ejecutiva, lo definió como una postura más conciliadora. “Si ellos se adhieren a ese documento que presentaron los clubes gerenciados, entonces no entendemos el porqué de la paralización de actividades”, inició Ernesto Dehl, presidente de Cerro Largo, en tono de molestia. Y añadió: “El presidente de AUF ya había asumido la responsabilidad de pagarles el porcentaje de aumento que reclama la Mutual todos los meses”.
Al ser consultado acerca de si estarían dispuestos a hacer la misma concesión que las SAD y dejar para negociar más adelante los otros puntos, Dehl respondió: “Nosotros manifestamos que mientras ellos no levanten el conflicto no negociamos. Y ahora más. Mucho más argumentos tenemos para pedirles que levanten la paralización y seguir negociando”.
Por su parte, Roberto Perdomo, presidente de Boston River, uno de los equipos gerenciados, le dijo a Ovación: “Yo creo que del otro lado no hay interés en que esto se arregle porque hay una motivación política. Pero en caso de que no acepten esto que no les ocasiona ninguna erogación a los clubes, porque el compromiso de pagar los salarios mínimos de la B es de la AUF, quedarían prácticamente como los responsables de que esto continúe”. Y profundizó: “Ya no serían tan responsables los jugadores, sino la Unión de Clubes porque se da una concesión para poder levantar el paro y, si no aceptan eso, evidentemente lo que quieren es el conflicto”.
Sobre al motivo por el que la Mutual decidió parar, Rivero dijo: “Porque la medida de la gremial no se debe solo a eso, sino a que hace 22 meses que están negociando un estatuto nuevo y los clubes de la Unión no refrendan lo actuado por la propia Comisión que ellos mismos forman. Ya pasó el año pasado que se llegó a un acuerdo con el estatuto pronto y se pasó a un Consejo de Liga. ¿Y qué hizo el Consejo del Fútbol Profesional? Nombró otra comisión para seguir negociando de nuevo”.
Y añadió: “Por eso la Mutual pide que se refrende todo lo actuado hasta ahora”. Hay muchas diferencias, pero las dos partes coinciden en que es difícil que haya fútbol el próximo fin de semana porque los tiempos para llegar a un acuerdo son acotados y el contraste es grande.
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