"Me voy siendo fiel a mi mismo”. Esa frase la empleó en más de una oportunidad Ricardo Caruso Lombardi para argumentar por qué decidió finalizar su ciclo en Miramar Misiones y, según él, fue por ser el único que se animó a “hablar de temas que nadie lo hace por miedo a quedar afuera del sistema del fútbol uruguayo”.

El 8 de abril Miramar Misiones anunció la llegada del entrenador argentino. “Bienvenido al fútbol uruguayo”, publicó el Cebrita a través de un comunicado. Se trataba de la primera experiencia de Caruso Lombardi afuera de Argentina. Ni bien llegó al fútbol uruguayo lo hizo con “muchas ganas”, aunque se encontró con que la mala relación que mantiene con el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, había llegado a Montevideo. “Eso tuvo mucho que ver en mi salida; hay relación entre el poder de Argentina y el de Uruguay”, confesó el entrenador.

Caruso Lombardi tiene un extenso recorrido en el mundo del fútbol. Dirigió en distintas categorías del ascenso argentino y a equipos grandes. Pero se sorprendió con la infraestructura del fútbol uruguayo porque son “Nacional, Peñarol, algo el complejo de Liverpool, el estadio de Maldonado y después se olvidaron de los demás equipos”.

La semana pasada, la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales le envió una carta al Ejecutivo de la AUF para indicar que hay nueve canchas que deben mejorar sus instalaciones. El técnico argentino evidenció que esa situación no es “normal para un fútbol profesional” y enumeró algunos episodios insólitos que vivió en los encuentros que estuvo al mando de Miramar Misiones.

“No es normal que algunas canchas no tengan agua caliente para bañarse, que te tengas que cambiar en un container y eso que en el fútbol uruguayo entra plata a paladas”, manifestó.

Caruso Lombardi dejó en claro que los directivos “no hacen las cosas para darle algo a la gente”. “El único argumento que te dan es que solo tienen hinchas Peñarol y Nacional”, señaló el director técnico argentino.

Con esta posición, el exentrenador de Miramar Misiones subrayó que los directivos están dejando de lado a los simpatizantes. “¿Le das un lugar cómodo a los hinchas? ¿Un VAR como la gente?”, se preguntó.

Otro punto que lo irritó fue la falta de “horarios lógicos porque solo hay ocho partidos en Primera División”. Mencionó un ejemplo: “no pongas un partido un lunes a las 15:00 horas, porque la gente está trabajando”.

“Nadie se anima a hablar de estos temas porque los cocinan; lo hice y me cocinaron y por eso me vuelvo a mi país”, sentenció.

“Es un buen mensaje para la gente de Uruguay y que los dirigentes piensen en los jugadores, los técnicos y la gente”, aseveró.

Tras la expulsión en la caída 2-1 ante Liverpool y los insultos que le propinó al árbitro Javier Feres, Caruso Lombardi decidió renunciar como técnico de Miramar Misiones ya que no “quería perjudicar al club”.

El argentino preparó el once cebrita que venció 2-0 a Wanderers en la fecha 14 del Torneo Apertura. En esa oportunidad no fue con el plantel al Parque Palermo porque estaba expulsado, aunque notó que la situación había cambiado con el tema arbitral. “Dirigió un fenómeno Ferreyra y eso fue un mensaje, si no estoy yo no lo van a perjudicar a Miramar Misiones”, argumentó.

“Me voy con mucha tristeza, pero yendo al frente y siendo leal conmigo mismo”, sostuvo al ponerle punto final a su etapa en el fútbol uruguayo para comenzar su viaje rumbo a Argentina.

“Hablé con Alonso y me dijo que no me persiguiera por mi relación con Tapia”

Leonardo Maine/Archivo El Pais

“Alonso me contó que en el fútbol uruguayo necesitaban un técnico como yo, pero en el primer partido me ‘cocinaron’. ¿A quién le creo? Después me dijo que no me persiga con el tema Tapia, pero me entero que estuvo preguntando cuando llegué a Miramar. No me gusta que se manejen así”.

Foto: Francisco Flores

El lunes 20 de mayo, Miramar Misiones cayó 2-1 frente a Liverpool. Sin embargo, hubo un hecho que marcó ese encuentro: la expulsión de Ricardo Caruso Lombardi.

El argentino le reclamó al juez por la roja que le mostró a Guzmán Pereira, que dejó al Cebrita con 10 futbolistas. A partir de esto, Feres también expulsó a Caruso Lombardi, quien explotó y le dijo gritando al árbitro: “Negro de mierda, jetón”.

Esto llevó a que Feres hiciera la denuncia ante Fiscalía y se comenzara a investigar al argentino por el delito de incitación al odio.

Caruso Lombari debió ir a declara a Fiscalía y explicó que le dolió mucho esta situación porque “la llevaron al tema del racismo”.

Foto: Leonardo Maine

El extécnico cebrita rememoró la conversación que mantuvo con Feres. “Lo llamé, le pedí perdón y me confesó que se equivocó con la expulsión de Guzmán”.

“En el momento que me expulsa, lo único que le dije: ‘no fue falta de Guzmán’. Me confesó que me expulsó por reiteración de protestas y ahí le pedí disculpas por los insultos”, aseveró el experimentado entrenador.

Caruso Lombardi reiteró que su trato con el arbitraje uruguayo no fue el mejor. “Les daba la mano a todos los árbitros, pero veía que no me la daban ‘bien’. Es más, los cuartos no me trataban bien y veía cosas que no eran normales”, explicó.

“Vine a trabajar en un equipo muy humilde que logré mejorarlo, pero cuando no te dejan es muy difícil. Los árbitros estaban con la predisposición de maltratarme y ni bien me escucharon hablar de los encuentros con Nacional y River Plate, el maltrato fue mayor”, sostuvo.

Por todo esto, Ricardo Caruso Lombardi enfatizó que lo “llenaron de micrófonos” el área técnica para poder escucharlo y así poder mandarlo “en cana”.

“No pienso en una revancha ya que con esta gente no se puede; me van a volver a lastimar”

Foto: Estefanía Leal.

“No busco revancha porque con esta gente no se pude ya que me van a volver a lastimar. Contra Nacional pude haber dicho que fue una simple equivocación y hacer la plancha. Pero mi dignidad no la cambio. Antes de quedarme así prefiero irme y le saco un problema a los dirigentes de Miramar”.