Rodrigo Pérez: el clic que hizo para cumplir un sueño, qué tiene Aguirre y cuál es la fortaleza de Peñarol

El volante de 28 años que se fue a la Serie D de Italia y que luego volvió a Uruguay para jugar en la B y en la C, hoy disfruta de su presente: “Estar acá es lo más grande que hay”.

Compartir esta noticia
Rodrigo Pérez con una camiseta especial de Peñarol, la que usó para alentar en la Copa Libertadores 2011.
Rodrigo Pérez con una camiseta especial de Peñarol, la que usó para alentar en la Copa Libertadores 2011.
Foto: Estefanía Leal.

Rodrigo Pérez la peleó desde abajo. Hizo juveniles en Boston River, Miramar Misiones y Fénix, donde no llegó a debutar en Primera División. Se fue a Italia a probar suerte a la Serie D, pero regresó a Uruguay y empezó de nuevo para poder cumplir su gran sueño: jugar en Peñarol, el club de sus amores.

El camino no fue fácil. Hubo algunos cambios de hábitos y costumbres que el volante de 28 años tuvo que hacer y ese clic lo catapultó. Ascendió con Cerrito, pasó a Boston River y sus grandes actuaciones lo llevaron a Defensor Sporting antes de dar el salto al exterior.

Y si bien la carrera de Rodrigo seguía en ascenso y la pudo continuar en el exterior luego de su pasaje por Instituto de Córdoba, había un club que le quitaba el sueño y que le movía el piso. Por eso, cuando la chance apareció, no lo dudó y en julio firmó con Peñarol.

Sobre su debut en el Carbonero, el amor por el club al que siempre fue a ver a la tribuna y en familia, lo que genera Diego Aguirre y el momento de un equipo que se ilusiona a lo grande en la Copa Libertadores, torneo que en 2011 disfrutó y vivió junto a su hermano Sebastián desde la tribuna y hoy lo tiene como jugador, Rodrigo Pérez habló largo y tendido con Ovación.

— ¿Estabas ansioso por debutar en Peñarol?
—Sí, la verdad estaba ansioso, tenía muchas ganas y creo que se notó un poco en la cancha. Trabajé un montón para poder tener esta oportunidad, sacrifiqué mucho para llegar, tuve que hacer mucha fuerza, dejar cosas de lado en lo económico, pero no me importó porque estaba esperando esta chance que por suerte llegó.

Rodrigo Pérez llegó en este mercado para reforzar el plantel de Peñarol.
Rodrigo Pérez llegó en este mercado para reforzar el plantel de Peñarol.
Foto: Estefanía Leal.

— ¿Cuándo supiste que eras titular el domingo y qué se te pasó por la cabeza?
—Me enteré el sábado y cuando Diego dijo mi nombre entre los titulares sentí mucha emoción. Pero estaba mentalizado a morir. Sabía que era mi oportunidad para demostrarle a Diego que tiene una opción más porque sé que llegué a un plantel armado que ya estaba peleando por meterse en semifinales de Libertadores. Sabía todo eso y para mí era difícil llegar a un plantel así y ganarse un lugar. Entonces sabía que la chance que me dieran, tenía que aprovecharla a morir sin dejar ninguna duda entonces estaba mentalizado. Vi mi nombre ahí y me mentalicé que tenía que hacer mi parte y lo que me pidió Diego: ser el cinco de contención. Pero quedé muy feliz.

— ¿Qué más te pidió Diego Aguirre?
—Me pidió lo que se le pide a un jugador que va a hacer su debut: que juegue fácil, que no me complique, que haga lo que yo sé y después en lo táctico que sea el cinco de contención, que cierre bien el medio y que haga la salida limpia.

— ¿Cómo viste el funcionamiento del equipo que tuvo un once que nunca había jugado junto?
—Y la verdad muy bien. Muy bien. Nunca habíamos jugado juntos, habíamos entrenado medianamente poco entre los partidos de copa y viajes porque las prácticas se diferencian en grupos y por cómo venía todo, salió todo redondo. Ayudó sin dudas que el partido se abriera rápido y el estado de la cancha, que estaba muy bien. Eso ayuda mucho y creo que se vio reflejado que la jerarquía que hay en el plantel es enorme. Hay un plantel recontra amplio, algo que no sé hace cuánto no pasaba en Peñarol, porque el domingo éramos 21 y si a esos 21 nos pones en un campeonato creo que estamos ahí arriba peleando porque hay un muy buen nivel de todos.

— ¿Cómo están ustedes en el plantel de cara a un partido importante y decisivo?
—Justo le preguntás a uno que es muy hincha (risas) y que lo vive con una ansiedad tremenda y que quiere que ya sea jueves, pero paralelamente a eso hay que intentar de ser conscientes, disfrutar y que no pase un rato sin darte cuenta de lo que estás viviendo. Pero con la gente te das cuenta que cada momento es disfrutable. El domingo cuando nos fuimos de la cancha era una locura todo ese ambiente afuera y en el plantel se vive de esa misma manera. Cada vez que nos vamos a bañar o después de entrenar empezamos a cantar. El plantel está ganador. Yo lo veo y está ganador. Antes del partido de ida con Flamengo me puse a hablar con varios compañeros y me decían que se tenían mucha fe. Yo les preguntaba: “¿Y? ¿Cómo te ves?” Y me respondían que se tenían una fe terrible. Imaginate que íbamos a jugar contra Flamengo en el Maracaná. Y los escuchabas hablar y se tenían tremenda fe. Hablé con Leo (Fernández), Guzmán (Rodríguez), y te decían eso. Y capaz que si es otro momento vas con un cagazo bárbaro o con miedo porque es común, no es nada del otro mundo. Pero este plantel está muy motivado, muy metido, con mucha fe, muy fuerte y está disfrutando cada momento porque cuando se da, empezamos a cantar, a gritar y la verdad son cosas que están muy buenas.

Rodrigo Pérez con una camiseta especial de Peñarol, la que usó para alentar en la Copa Libertadores 2011.
Rodrigo Pérez con una camiseta especial de Peñarol, la que usó para alentar en la Copa Libertadores 2011.
Foto: Estefanía Leal.

— ¿Son conscientes de que así como es una parada brava la de mañana con Flamengo es una oportunidad histórica para el club?
—Sí, por supuesto. Creo que el momento que estamos pasando, el estar contentos y todo eso que te contaba recién es porque somos conscientes de lo que estamos viviendo. Todavía falta el partido de mañana que va a ser muy difícil. Va a ser igual o más difícil que lo que ya fue en Río y ojalá se nos dé.

— ¿Te ilusionas con otra vez o ir al banco o por qué no ser la sorpresa de Diego para la revancha o lo vivís con tranquilidad eso?
—Estoy tranquilo porque sé que el plantel y el once más o menos está armado. Estoy tranquilo por eso pero sí me ilusiono con ir al banco, me ilusiono con entrar y si me toca entrar hacerlo bien, pero si me preguntás estoy tranquilo porque sé que el plantel está bien, el equipo también y está rindiendo así que por ese lado entiendo el lugar en el que estoy hoy.

— ¿Tratan de abstraerse un poco de las redes sociales, de la televisión y del celular o es imposible por toda la manija que hay?
—Y bueno… No sé cómo lo maneja el resto. Yo de mi lado intento abstraerme un poco, porque es mucho la verdad. De un momento para otro, es mucha exposición. Yo estoy recontra contento y disfrutando, pero creo que si entrás en la manija, es una locura porque todo el tiempo la gente está muy ilusionada, entusiasmada y quiere que llegue el jueves ya. Entonces si vos entrás en esa locura, te come. Por eso, abstraerse un poquito está bien, pero también hay que aprovechar estos momentos y disfrutar porque sabés que cuando la cosa va mal, entrás a una red social y es todo malo. Entonces hay que aprovechar esto también.

— ¿Qué papel juega Diego Aguirre en todo este momento de Peñarol?
—Diego es lo que ya todos saben: un técnico ganador, que te convence, te convence de que se puede, te convence de que el más grande de los que quedan en la Libertadores es Peñarol, que Peñarol tiene historia, que ganó más que todos. Entonces te va metiendo eso y pasa lo que va pasando. Antes del partido contra Flamengo nos puso video que subió Conmebol y que va mostrando cuántas copas ganó cada uno de los equipos que están en cuartos de final. Y te va entrando, te va generando confianza y te va diciendo que el que tiene que tener miedo es el otro. En ningún momento te habla magnificando al rival sino diciendo que esto es de igual a igual. Para mí tiene eso que te hace creer en vos, te hace saber dónde estás más allá de la parte técnica y táctica que también es muy buena.

Rodrigo Pérez con una camiseta especial de Peñarol, la que usó para alentar en la Copa Libertadores 2011.
Rodrigo Pérez con una camiseta especial de Peñarol, la que usó para alentar en la Copa Libertadores 2011.
Foto: Estefanía Leal.

— ¿Qué significa para vos estar en Peñarol?
—No te quiero decir una frase hecha, pero para mí es todo. Yo trabajé toda mi vida para estar acá. La verdad, todo lo que sacrifiqué fue para cumplir este sueño. Pasé por muchas y siempre mi objetivo era este, llegar a jugar acá, en Peñarol. A veces hablando con Seba (el hermano que también es futbolista y fanático de Peñarol) le cuento que soy consciente hoy en día de lo que logré, de todo lo que trabajé, todo lo que me costó y todo lo que me sacrifiqué, por eso quiero intentar disfrutar también porque es una emoción que a veces te lleva a más por lo que te dicen otros. A veces me ven y me dicen “bo, te conozco desde que jugabas en inferiores, que te tomabas dos bondis”, “te conozco desde que ibas a la cancha, que ibas a la copa y lo hincha que sos”. Entonces vas juntando todas esas cosas que te van diciendo otros y ahí como que sos más consciente de dónde estás y lo que lograste. Para mí estar hoy en Peñarol es lo más grande que hay, es una emoción tremenda para mí y para mi familia. Ahora lo que me toca es dejar un poco de lado al hincha y estar a la altura como jugador, sabiendo dónde estoy, siendo consciente que estoy donde casi todos quisieran estar, entonces tengo que disfrutarlo mucho.

—¿Y ese jugador que se fue a la Serie D de Italia, que volvió a Uruguay, que perdió pie en cierto momento y que luego creció a pasos agigantados siempre soñó con jugar en Peñarol?
—Y obviamente cuando estás en esa, que estás en la B, que sos un suplente en la B, lo ves como algo muy lejano. Yo la verdad no pensaba en jugar en Peñarol, pero sí pensaba en llegar lo más alto posible. Entonces a partir de eso, llegó un momento que dije si no empiezo a hacer cosas diferentes, no me da. A partir de eso empecé a cuidarme, empecé a sacrificarme, a dejar de ir a lugares que no tenía que ir, a cuidarme con la alimentación, a hacer entrenamientos en doble horario, a ir al psicólogo. Empecé a hacer todo lo que estaba a mi alcance. Después las cosas que no estaban a mi alcance como jugar un partido y errar un pase, por ejemplo, eso depende de mí, pero tenía que intentar hacerlo bien. Lo que yo sabía que dependía solo de mí, empecé a hacerlo: arranqué a entrenar en doble horario sin excusas, empecé a comer como tenía que comer sin excusas y a partir de eso fue como que se fueron dando las cosas y cuando fui avanzando en mi carrera me fui dando cuenta que yo podía. Y ahí empecé a soñar hasta que un día se dio.

— ¿Cuándo fue que hiciste ese clic clave en tu carrera?
—Fue en Cerrito. Yo estando en Miramar Misiones me fui a la C siendo suplente en el peor equipo de la B por decirlo de alguna manera. Fui a Cerrito y el primer año no me fue muy bien. Ahí fue que hice el clic con la alimentación, con todo lo que te conté. No me daba y yo quería más. Al año siguiente se dio todo. También hay que tener esa cuota de suerte y que al equipo le vaya bien. Ese año ascendimos, anduvimos muy bien y a partir de ahí es que todo fluyó para poder estar hoy acá.

— ¿Cómo ves al final de esta temporada a este equipo de Peñarol que vive un gran presente?
—Yo estoy ilusionado hasta más no poder y lo veo campeón de la Copa Libertadores, campeón del Uruguayo. Lo veo ganando todo. Estoy muy entusiasmado. Después vamos a ver hasta dónde nos da, pero si me preguntás, por cómo se están dando las cosas, me tengo una fe tremenda para todo.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar