AFP
El uruguayo Sebastián Avellino, preparador físico del cuerpo técnico de Universitario de Perú que lidera Jorge Fossati, descartó este lunes ser "racista" luego de la polémica que lo tuvo en manos de la justicia tras el partido en el que su equipo enfrentó a Corinthians.
Un juez de San Pablo le concedió el pasado viernes la "libertad provisional" al profe, quien estaba detenido desde el 11 de julio bajo acusaciones de racismo durante el cruce correspondiente a la Copa Sudamericana.
"Afirmo y grito a voz alzada mi opinión antirracista, que así ha sido durante toda mi vida y mi trabajo, quiero afirmarlo gritarlo a voz alzada", dijo Avellino en conferencia de prensa en Lima.
"Lamento profundamente desde mi corazón todo lo ocurrido y generado. Lamento todas las personas que fueron afectadas y todo lo que ha sufrido la institución por este problema", agregó el uruguayo tras calificar de "pesadilla" lo que vivió en San Pablo.
El viernes, el magistrado le otorgó la libertad a Avellino por considerar que no hay "elementos para evidenciar que exista un riesgo efectivo y concreto para la preservación del orden público", indica el fallo difundido la noche del jueves.
El proceso judicial en su contra continúa por la presunta comisión de prejuicio racial, delito que en Brasil puede ser castigado con hasta cinco años de prisión.
"La desproporción de lo que se hizo en Brasil fue lamentable. Una norma, una ley que la aplican a su criterio", manifestó el administrador del Club, Jean Ferrari.
"Rechazamos cualquier acto discriminatorio. Nuestra institución está enfocada en el fútbol", indicó Ferrari.
El uruguayo, de 43 años, cumplió prisión preventiva en la cárcel de Itaí, en el interior de San Pablo, tras haber sido detenido por la Policía Militar después de que el equipo limeño perdiera 1-0 con el 'Timão' en el estadio Neo Química Arena.
El preparador fue acusado de hacer gestos racistas, imitando a un mono hacia las tribunas desde el borde del campo de juego, acto que fue registrado en videos difundidos en redes sociales.