Ruben llegó a Francia con 19 años para tener su debut en el fútbol del exterior. En un país desconocido y con un idioma ininteligible para él, Michel, un compañero de su equipo -Nancy-, fue quien lo recibió porque su padre hablaba italiano y eso lo ayudaba.
Ruben es Umpiérrez y Michel es Platini, una de las glorias históricas del fútbol francés. “Una persona de bien y ya se veía la clase de jugador que era. Me ofreció la casa y me quedé en el subsuelo viviendo con él y con sus padres. Habré estado una semana ahí”, le contó Pico, como todo el mundo lo conoce, a Ovación.
Se crió en San Ramón y allí le pusieron ese apodo que confesó “tengo desde que me conozco, pero no sé quién me lo puso”. Debutó en el Peñarol de dicha ciudad, pero desde Montevideo fue Nacional quien lo buscó. De todas maneras, al poco tiempo estaba jugando en el aurinegro de la capital en el que debutó antes de pasar a defender a Cerro.
Fue campeón del Sudamericano Sub 20 en 1975 y todo eso, sumado a su características, fue un combo que lo llevó al fútbol francés.
“Yo iba al Nantes, pero fui a un entrenamiento del Nancy y me dijeron ‘usted se queda acá’, me compraron por unos pesos más y me fui para ahí. Mis hijos mayores son franceses y nacieron allá. Hice toda mi carrera ahí prácticamente, me costó mucho el primer año por el idioma, pero me fue muy bien y pude darle al club lo que esperaba de mí”, admitió quien se convirtió en uno de los ídolos de un club que, por ejemplo, le permitió ganar en 1985 el premio Estrella de Oro de la revista France Football por ser el futbolista más destacado de la liga.
"Yo jugaba de '10', pero mientras estaba Platini en el equipo, jugaba de '9'. Se hacía fácil porque mis compañeros te dejaban la pelota servida para los goles", sostuvo.
“Le di lo mejor de mis años al club y luego en pase récord me vendieron al Racing Matra; a esa institución después vinieron Enzo Francescoli, Ruben Paz y el alemán Pierre Litbarski. Yo era el capitán y cuando llegó Enzo el presidente me pidió que lo acompañe a buscarlo al aeropuerto y después concentrábamos y andábamos siempre juntos”, recordó quien hoy cuenta con una Escuela de Fundamentos en el club Unión de Santa Rosa y también entrenó varios equipos del interior, así como las dos selecciones de Canelones.
Su estadía en Francia, donde también defendió al Creteil y al Paris FC, le permitió ser el uruguayo con más partidos en la historia de la Ligue 1 con 315 juegos.
Precisamente su experiencia en Francia le permitió hablar sobre Manuel Ugarte, actual futbolista del PSG: "Lo sigo desde que Juan Ramón (Carrasco) me dijo que lo tenía en Fénix. Sin duda que le puede ir bien en Francia porque es una posición en la que ellos no tienen tanto. Ahí los defensores son duros. El fútbol francés interno es muy duro".
“Cuando estaba en Cerro, el Pepe Sasía me dijo: ‘Si vas al extranjero tenés que ser de los tres mejores siempre porque si tienen plata para comprarte a vos tienen plata para comprar a otro’, eso me marcó y me permitió hacer la carrera que hice”, contó quien a los 67 años concluyó: “Uruguay tiene el semillero, pero en Francia son los mejores formadores”.