RENTISTAS

Iban apenas 4’ del partido entre Progreso y Rentistas, cuando Salomón Rodríguez recibió un centro de Robert Ergas y abrió el marcador. Las cosas habían comenzado de la mejor forma para el equipo de Cappuccio y también para el joven delantero nacido en San Gregorio de Polanco que venía con la pólvora bien seca.

Había anotado en los dos últimos partidos, en los que había entrado desde el banco. Es más, el de ayer fue su segundo juego como titular. “Empezar así estuvo bueno, nos imaginábamos otra cosa, pero fue un partido muy complicado en el que por suerte pudimos sacar un punto”, dijo Salomón ya instalado en el hotel Regency donde siguieron concentrados y a punto de tomar la merienda. “Llevo tres goles, vengo en buena racha. Espero seguir así. Creo que lo mejor que tengo es la posición. Me ubico siempre bien cerca del arco”.

El delantero reconoció que en el segundo tiempo Progreso creció. “Necesitaban ganar y nosotros no pudimos sostener la ventaja. Nos hicieron esos dos goles de cabeza, pero por suerte enseguida empatamos”, analizó y admitió a su vez, que recién ayer después del empate frente a los gauchos, el que consiguieron gracias a que Yonathan Irrazabal le contuvo un tiro penal a Esteban González al final, se permitieron hablar por primera vez de la posibilidad de ganar el torneo Apertura.

“Seguimos dependiendo de nosotros mismos porque tenemos el partido pendiente con River. Pero recién ayer nos dijimos que podemos pelear el campeonato”.

Salomón hizo el baby fútbol en San Gregorio, en el club Cotidiano. A los 13 años ya pasó a jugar con Estudiantes en la liga de mayores. “Ya andaba en la vuelta con los grandes sí, en la Liga de San Gregorio donde juegan seis cuadros y hacía goles”.

Fue por esa época que llegó por primera vez a Montevideo para jugar en Danubio, pero se volvió a Tacuarembó. “Tuve la oportunidad cuando terminé el baby fútbol, pero no me quedé. Vivía en la casita del club pero no me adapté. Extrañaba mucho a la familia y a los amigos. San Gregorio es muy tranquilo, nos conocemos entre todos”.

El año pasado, ya con 19 años tuvo su revancha y llegó a Rentistas para jugar en Cuarta División. Lo llamaron del club mismo, habían sabido de él por un conocido. Cappuccio lo subió a principios de este año para hacer la pretemporada con Primera. Y debutó ya en la primera fecha del Apertura en la victoria por 2 a 0 frente a Nacional. Ingresó a los 59’ por Ocampo cuando el juego estaba 1 a 0.

Sabe que su nombre no es muy común pero se debe a que tiene tres hermanos mayores, Samuel, Saúl y Santiago. Y para seguir con la costumbre de que empezaran con s le pusieron Salomón.

A los 20 años sus sueños son los mismos de cualquier joven jugador: irse al exterior y vestir la camiseta celeste. Pero antes tiene uno pendiente. “Ser campeón con un club chico como Rentistas sería espectacular”.