COPA SUDAMERICANA
El volante de 34 años y el delantero de 33 están aprovechando las oportunidades que Mauricio Larriera les da: ¿se meten en el equipo para el clásico?
Muchos dicen que todo equipo para triunfar necesita sangre uruguaya en su plantel. Y los ejemplos sobran. En Argentina, en España, en Italia, los celestes han sabido aportar su granito de arena. Pero es cierto que en varios equipos uruguayos hay extranjeros que pueden hacer la diferencia y hoy, los argentinos son los que se ganan ese galardón. Peñarol no es la excepción.
La llegada de Gonzalo Bergessio a Nacional marcó el camino. El cordobés de 36 años se transformó en pieza clave del equipo tricolor a fuerza de goles y grandes actuaciones.
En Peñarol la historia con los argentinos es larga, tiene amores y desamores. El último fue Cristian Lema, el zaguero que llegó en 2019, la rompió, fue campeón del Apertura bajo la conducción técnica de Diego López y luego se fue tras culminar el préstamo desde Benfica de Portugal, pero en todo el club saben que es el jugador indicado para que regrese dadas sus muy buenas actuaciones en el equipo.
Mientras tanto, el aurinegro siguió mirando hacia la vecina orilla en el medio de la temporada 2020 contrató a Ariel Nahuelpán. El delantero de 33 años llegó en condición de libre, demoró en ponerse a punto ya que no estaba para jugar de inmediato y tuvo un debut soñado: entró para jugar los últimos minutos del clásico del Torneo Intermedio y le dio la victoria al mirasol por 3 a 2 frente a Nacional en el Estadio Campeón del Siglo.
Con la llegada de Mauricio Larriera a la conducción técnica, el nacido en Villa Luro se ganó la titularidad en el comienzo del Torneo Clausura 2020, pero los malos rendimientos y la mejora de Agustín Álvarez Martínez lo dejaron al margen. Hasta terminó perdiendo pie en el plantel por algunas lesiones y expulsiones.
Pero el argentino nacionalizado mexicano repuntó y en las últimas presentaciones con la camiseta aurinegra rindió: jugó cuatro partidos con un total de 130 minutos y anotó dos goles importantes porque uno fue para ganarle al Montevideo City Torque y otro para abrir el camino del triunfo ante Cerrito el domingo.
Lo cierto es que estas buenas actuaciones de Nahuelpán hace que Larriera lo tenga como una firma opción en la ofensiva como sustituto natural del “Canario” Álvarez Martínez o bien como acompañante del nacido en San Bautista en el ataque.
Pero Damián Musto es otro de los que sigue aprovechando sus oportunidades en el equipo. El volante de 34 años fue de los mejores ante Cerrito y así lo marcan las estadísticas: recuperó 16 pelotas y fue el que más robos tuvo en el encuentro ante el auriverde y ganó 14 duelos, siendo el mejor en este rubro también.
Con un juego muy sólido, seguridad en la marca y precisión en los pases, el nacido en Casilda se repartió la mitad de la cancha con Walter Gargano y le pusieron la experiencia necesaria a esa zona del campo de juego, pero además, mucha calidad.
Musto es otro de los que pide pista en el equipo y le genera un “buen” problema a Larriera porque ahora el entrenador deberá decidir quién jugará en la mitad de la cancha. Si apuesta al 1-4-2-3-1, en la zona de volantes habrá dos lugares para definir entre el “Mota” Gargano, Jesús Trindade y el ex Rosario Central.
La sangre argentina empieza a darle resultados a Peñarol porque Damián Musto y Ariel Nahuelpán aprovechan sus oportunidades y piden cancha pensando en un clásico clave.