ENTREVISTA
El extremo la rompe en el New York City y se ilusiona con estar en la lista final de la selección para las últimas dos fechas de las Eliminatorias: “Me tengo fe”.
Santiago Rodríguez (22 años) está dulce. Viene de ser campeón de la MLS con el New York City, en lo que fue el primer título en la historia del club, y ahora está peleando la Concachampions (anoche pasaron a semifinales). Llega tras marcar un golazo y está totalmente asentado en Estados Unidos. Sin embargo, le falta algo más y que lo tiene un tanto inquieto: la selección. Diego Alonso lo volvió a incluir en la lista de reservados y él está expectante por conocer si finalmente quedará entre los convocados para enfrentar a Perú y Chile (24 y 29 de marzo) por las últimos dos fechas de las Eliminatorias camino a Catar 2022. Quiere vestirse de celeste, como en su club, pero para representar al país.
“Estoy contento por estar entre los reservados, que ya es importante porque me tienen en la mira. La expectativa es poder estar en los convocados. Me tengo fe. Me siento con confianza en el juego, siento que puedo llegar a estar esta vez, pero también con la paciencia necesaria para saber que si no me toca, no tengo que desanimarme o ponerme mal”, contó a Ovación.
En su etapa en Nacional, Santi se ubicaba generalmente detrás de los delanteros. En Estados Unidos lo pusieron de extremo y le agarró el gusto al puesto. Sabe que esta nueva posición, que encaja a la perfección con el sistema táctico del Tornado y sumado a las lesiones de Agustín Canobbio y Brian Ocampo, le pueden dar la posibilidad de llegar a la mayor tras defender a Uruguay en todas las categorías menores. “A veces pasan esas cosas feas. Los jugadores vivimos con ese riesgo, expuestos a las lesiones. Quizás se me abre la puerta por ahí”, confesó.
El talentoso futbolista estuvo en contacto con Guillermo Souto, uno de los preparadores físicos del DT, para conocer de primera mano su presente. “Me dijo que me estaban viendo, que me venían siguiendo. Preguntan todo: si juego todo el partido, si me sacan... A veces se les complica para ver los partidos acá por un tema de transmisión de derechos, pero están en todo”.
Santi finalmente no quedó convocado en los juegos anteriores frente a Paraguay y Venezuela, triunfos 1-0 y 4-1, pero alentó a la distancia y quedó conforme con el rendimiento del equipo: “La verdad que la vi muy bien a la selección, me gustó mucho. Con respecto a los partidos anteriores hubo un terrible cambio. La actitud y la intensidad del equipo fue tremenda”.
Eso sí, no se olvida del maestro Tabárez: “Lideró un proceso muy largo, donde cambió todo: lo futbolístico, el ambiente, la ilusión de la gente. En lo personal tengo mi mayor recuerdo en el Mundial del 2010. Era un niño en esa época y es algo que me va a quedar marcado para toda la vida”.
Mientras espera la confirmación de la selección, sigue enfocado en su club. “Vengo haciendo goles que es importante para la confianza. Estoy muy bien físicamente, en comparación al año pasado mejoré muchísimo en ese aspecto. Me refiero al desplazamiento que hago durante los partidos. No me canso, me siento completo y era uno de los puntos que tenía que mejorar porque en esta liga se corre mucho, es muy intensa. Ahora estamos mentalizados en ganar todos los torneos. Repetir la liga y ganar la Concachampions que es lo que te lleva al Mundial de Clubes”, indicó.
En ese sentido, también apuntó contra los que subestiman el fútbol estadounidense. “Muchos se piensan que la MLS es la misma liga que era antes, que no ha evolucionado nada, y sinceramente les puedo decir que es un campeonato muy bueno. Hay gente que te dice que no vayas a la MLS porque no vas a progresar y todo lo contrario. Muchos uruguayos y argentinos vienen acá. Es una liga muy buena para mostrarse y que te vean. En lo futbolístico se trabaja muy bien”, subrayó.
Santi tiene contrato con el Grupo City hasta finales de 2025: “A la MLS la veo como un trampolín, sin volverme loco, pero es el primer paso como para poder acercarme a Europa y en ese aspecto creo que es la mejor liga. Si esto del proyecto avanza, me gustaría jugar en el Manchester City. Sé que la Premier es una liga difícil, pero creo que podría hacerlo bien”.
“El New York City es el club más lindo de la liga. Las instalaciones son de primer nivel, tiene todo lo que te puedas imaginar. A los partidos va muchísima gente, la ciudad es muy linda y te puedo asegurar que fue una decisión acertada en mi crecimiento”, finalizó.
Su equipo en la NBA y cómo “enseña” español
Más allá de lo que refiere a la pelota, Santi está chocho con la ciudad y el estilo de vida que puede llevar en Estados Unidos. “Caminar por New York es espectacular. Hay una energía increíble, todo el mundo está feliz. Está muy bueno aunque sea ir a caminar un rato y parar a tomar un café porque te contagia todo eso”, explicó.
Eso sí, aún sigue sorprendiéndose con algunas cosas: “Antes me quejaba con mi padre, cuando vino a acompañarme el año pasado, porque era como un niño con juguete nuevo. Quería ir todos los días al supermercado porque acá son una locura. Podés volver con una ensalada y un PlayStation. Muy loco todo”.
El volante se maneja bien con el inglés, pero además sabe que ante cualquier emergencia tiene la ayuda de su novia (a quien conoció allá, pero tiene raíces uruguayas y armenias). “Una mezcla de todo”, bromeó.
En el vestuario, de todos modos, su círculo más cercano es con los sudamericanos. Está Nicolás Acevedo, otro uruguayo, dos argentinos, cuatro brasileños y un peruano. “Acá son más fríos, más independientes. Está bien, son crianzas diferentes nomás. Igual tenemos compañeros estadounidenses con los que intentamos integrarnos. Ellos también intentan aprender algo de español y está buenísimo”, explicó. ¿El método para acercarlos al castellano? “Los insultos”, confesó entre risas. “Se los enseñamos todos. Pero ojo que ellos a nosotros también, fue lo primero que hicieron cuando llegamos”, agregó.
En sus tiempos libres, Santi suele ir a la NBA: “Me enganché con el básquetbol. Voy a ver casi siempre a los Brooklyn. Me hice hincha más o menos (risas). Es todo un show. Van famosos, actores o músicos, los pasan por las pantallas y los ovacionan”, afirmó.
El amor por Nacional y lo que dice del reclamo
Pese a la distancia, Santiago sigue totalmente ligado a Nacional. Lleva tatuado el escudo en una de sus piernas y está al tanto de todo lo que pasa en el club que lo formó y lo catapultó a Primera División. “Miro todos los partidos. El otro día seguí el empate con Montevideo City Torque. Siempre voy a estar pendiente y siguiéndolo. Soy hincha y eso no va a cambiar”, expresó.
El año pasado festejó el título de la MLS con la bandera de Nacional colgada en sus hombros y también estuvo en contacto con varios fanáticos tricolores que se arrimaron a alentarlo.
“Hay una filial acá y están los Bolsos de New Jersey, que son otro grupo. Mantengo contacto con los dos. Después hay una familia que no está vinculado a ninguno de los dos grupos y van a los partidos siempre, sin avisarme ni nada. Los veo, me arrimo a hablar y nos sacamos alguna foto. Está buenísimo, es algo muy lindo”, añadió.
A mediados del mes pasado, su nombre volvió a aparecer vinculado al club luego de que el dirigente Antonio Palma contara en radio Sport 890 que Santiago y otros futbolistas habían presentado un reclamo por adeudos.
“La verdad es algo que no me quiero enfocar ahora y lo están manejando mis asesores. Yo no quiero perder más el tiempo en estas cosas y lo que quiero es estar concentrado 100% en lo deportivo. Seguir hablando del tema no le suma al club ni a mí”, destacó el futbolista, que prefirió no explayarse más.
Con el tricolor, Santiago fue campeón uruguayo en los dos años que estuvo en Primera División: 2019 y 2020. También ganó la Supercopa 2019, siendo determinante en ese encuentros clásico frente a Peñarol.
Además, fue figura importante del equipo sub 20 que en el año 2018 conquistó la Copa Libertadores de la categoría con gran suceso.