Enviado a São Paulo - Brasil
Recorrer el mítico Morumbí impresiona. Un estadio que mantiene las características de su inauguración, allá por 1960, que le da un especial lugar a sus ídolos, a los cuales se los invita a ver cada uno de los partidos de São Paulo, y que tiene una capacidad para 67.000 espectadores. Salvo por 1.500 personas, Nacional tendrá la adversidad de todo el escenario, que ya no tiene aquellas medidas desorbitadas del terreno de juego, pero que sí sigue siendo un campo amplio, ancho, y con mucha historia. Un campo que vio brillar a uruguayos como Darío Pereira, Pablo Forlán, Pedro Rocha y Diego Lugano y que hoy tendrá en su piso a un Nacional que buscará dar el batacazo frente a lo que piensa gran parte del continente después del 0-0 de la ida entre tricolores y paulistas. Hoy disputarán la vuelta desde la hora 19:00 (televisación de ESPN y Disney+) y que contará con el arbitraje del colombiano Jhon Ospina.

Sebastián Eguren, actual mánager general de Nacional, recordó aquella Copa Libertadores de 2016, cuando defendía a los albos en el final de su carrera, y cómo el equipo logró avanzar a cuartos de final contra el Corinthians de Tite tras igualar 0-0 en Montevideo. Ese tipo de gestas se dan esporádicamente, pero son posible gracias al convencimiento de los jugadores y a la convicción de jugar un partido que roce la perfección.

Lógicamente que Nacional deberá apuntar a eso si pretende seguir en la Copa Libertadores y clasificar a los cuartos de final, esa instancia a la que accedió por última vez en 2020, cuando eliminó a Independiente del Valle y quedó por el camino contra River Plate argentino.

Es probable que el técnico de Nacional Martín Lasarte apueste al mismo equipo, con Christian Oliva, Lucas Sanabria y Alexis Castro en el mediocampo, con Antonio Galeano y Diego Zabala jugando por afuera, pero con una misión importante a la hora del retroceso, y Ruben Bentancourt jugando como única referencia de ataque.

Jugar con concentración, con poco espacio entre las líneas, con relevos acertados, siendo preciso cuando el equipo decida presionar en el lugar que indique el DT y estar lo más lejos del arco propio son solamente algunas de las premisas que deberá cumplir Nacional para aspirar a clasificar. Producto del 0-0 de la ida, un empate -cualquiera sea- llevará la serie a la definición de los tiros penales, mientras que de existir un ganador, ese será el que continuará con competencia internacional.

En caso de lograr un punto, independientemente de lo que luego suceda en los penales, Nacional se asegurará sobrepasar a Olimpia de Paraguay en el ranking Conmebol y estará más cerca de poder clasificar al histórico primer Mundial de Clubes, que se jugará en Estados Unidos en el próximo año. Claro que después deberá hacer fuerza para que Fluminense, Flamengo, Palmeiras o alguno de los equipos argentinos se quede con el trofeo de la Copa Libertadores para confirmar el boleto a la novedosa competencia.

El favorito es São Paulo, pero Nacional se aferra a su ilusión para hacerse fuerte en una tierra donde brillaron los uruguayos.

São Paulo: Rafael; Rafinha, Robert Arboleda, Alan Franco, Welington; Luiz Gustavo, Bobadilla, Luciano; Lucas Moura, Rodrigo Nestor y Jonathan Calleri.
DT: Luis Zebeldía.

Nacional: L. Mejía; L. Lozano, S. Coates, D. Polenta, G. Báez; C. Oliva, L. Sanabria, A. Castro; A. Galeano, R. Bentancourt, D. Zabala.
DT: Martín Lasarte.

Árbitro: Jhon Ospina (Colombia).
Asistentes: Alexander Guzmán, Roberto Padilla.
Árbitro VAR: Jhon Perdomo.
Árbitro AVAR: Heider Castro.
Estadio: Morumbí.
Capacidad: 67.000.
Televisa: ESPN y Disney+.