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Sebastián Boselli, el patrón campeón del mundo: la personalidad para no ser “el hijo de” y el interés de River

El defensa de Uruguay Sub 20 contó cómo cambió su vida al coronarse, confesó los consejos del Ruso Pérez, por qué no se sintió el segundo capitán y habló de su primera citación a la mayor con Bielsa.

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La goleada 4-0 de Argentina a Uruguay en L’ Alcúdia y la derrota 3-2 contra Inglaterra en el Mundial Sub 20 tienen un punto en común: ambas fueron vitales para cimentar a los campeones del mundo. El primero fue el puntapié para una charla que Sebastián Boselli tuvo con el Ruso Pérez. La temática se centró en cómo hacer para generar grupo tras aquel golpe. La segunda, fue importante camino al título, el sacudón a tiempo, un “es por tu bien” de parte de una madre. Desde ese entonces Sebastián, ahora el Patrón, empezó a ser el capitán sin cinta. Y aunque él diga que la responsabilidad fue colectiva, todos lo vimos tomar la posta en situaciones difíciles, entre ellas cuando tuvo que hablarle en inglés al juez en la final ante Italia.

En las últimas horas Pablo Boselli se reunió con Defensor Sporting para tratar el pase de su hijo. La intención es esperar ofertas europeas, pero el principal interés es de River Plate argentino. Sobre esto y mucho más, Sebastián Boselli (19) habló con Ovación. A continuación, un resumen de la charla

- ¿Qué cambió de tu vida ahora que sos campeón del mundo?

- El aprecio de la gente. La dimensión que tuvo fue gigantesca, ninguno se esperaba lo que vimos cuando llegamos a Uruguay en la caravana. Me piden fotos, me felicitan. Es un orgullo y un recuerdo para toda la vida que me genera una motivación para seguir. Ni siquiera en la caravana nos dimos cuenta del logro, después se me aceraba gente llorando, felicitándome, no cambiaría esto por nada.

Sebastián Boselli, zaguero campeón del mundo con Uruguay Sub 20 y jugador de Defensor Sporting.
Sebastián Boselli, zaguero campeón del mundo con Uruguay Sub 20 y jugador de Defensor Sporting.
Foto: Mateo Vázquez.

- ¿Cómo hace un joven de 19 años para no marearse con el logro?

- Creo que va en el disfrutar el día a día, pensar en los objetivos a corto plazo, no en mañana ni pasado, y tener un buen ambiente, gente que te apoye. Es difícil de llevar, pero yo cuento con la suerte de tenerla.

- ¿Te sentís identificado con el apodo de Patrón? ¿Cómo surgió?

- La primera vez que lo escuché me lo dijo Guille De los Santos en un entrenamiento. Nos reímos un rato y me quedó. No sé por qué luego se empezó a decir en la tele, pero me gusta. Nunca pensé tener un apodo de este estilo, como cuando se habla del Faraón Godín, no creí que iba a tener uno así. Lo acepto y lo disfruto.

- ¿A qué jugador del Mundial te costó marcar más?

- Al extremo izquierdo de Inglaterra, creo que era (Alex) Scott.

- ¿Fue el partido más difícil?

- Fue el que nos complicó más (derrota 3-2), pero el de Estados Unidos (victoria 2-0) fue uno de los más difíciles. Pero lo encaramos de otra manera y lo pudimos sacar adelante.

- ¿Sentís que la derrota con Inglaterra sirvió para no perder el foco?

- Completamente. Creo que fue un paso muy importante para después estar centrados en lo que venía, saber que no éramos invencibles, que teníamos que esforzarnos el doble para ganar.

- ¿Qué tan importante fue la dupla con Facundo González? Mejoraron lo hecho en el Sudamericano.

- Facu me generaba una tranquilidad tremenda. Una solidez de saber que yo podía hacer todo y sabía que si yo fallaba tenía jugadores atrás que me iban a ayudar, como (Alan) Matturro y (Mateo) Ponte. Facu es un amigo que me llevo para toda la vida gracias a la selección, es muy humilde, se preocupa mucho por el otro y siempre está cuando lo necesitás.

- Fuiste el único que jugó o ingresó en todos los partidos en el Sudamericano y Mundial. ¿Fue por ser defensa y lateral?

- Creo que se dio así porque mi posición es de las que tiene menos gasto físico y físicamente tengo la capacidad de recuperarme mejor. Tengo la polifuncionalidad, quizá influyó, pero fue decisión de Marcelo (Broli).

- ¿Cómo fue la conversación para el cambio de puesto?

- No hubo ni siquiera charla. Fue en el COTIF, que yo estaba como lateral derecho, y en una práctica se lesionó un zaguero y el otro faltó. Me dijo: ‘Seba, ¿me das una mano?’. Y ahí me puso de zaguero, se ve que le gusté y nunca más jugué de lateral.

- ¿Hay mucha diferencia entre lo que te pide Marcelo Broli en Uruguay y Marcelo Méndez en Defensor?
- Es muy parecido porque trabajaron juntos y su forma de jugar es muy parecida.

Sebastián Boselli, zaguero campeón del mundo con Uruguay Sub 20 y jugador de Defensor Sporting.
Sebastián Boselli, zaguero campeón del mundo con Uruguay Sub 20 y jugador de Defensor Sporting.
Foto: Mateo Vázquez.

- Hablando de referentes, ¿qué tan importante fue el Ruso Pérez?

- Desde el principio generó mucho, es una motivación extra ver a un jugador con tanta jerarquía, que todos admiramos desde chicos. Sabíamos que teníamos mucho que aprender de él. Me parecía insólito tenerlo ahí y no aprovecharlo. Por eso en el momento complicado -como en la goleada de Argentina en L’Alcúdia- le pedí un consejo. Ayuda mucho en lo emocional.

-¿Y en el mano a mano contigo?

-Me acuerdo que en jugué un partido con una amarilla y si me sacaban otra me dejaba afuera de la final y le consulté. Me dio un par de consejos de que amagara, que no fuera tan agresivo. Que fuera más tiempista y desde ese momento empecé a aprender de las situaciones. También nos enseñó mucho a tener tranquilidad en los partidos, con juegos, respiración y meditación nos ayudó a bajar los decibeles. En Sudamericano hicimos una instancia de relajación colectiva, pero después era él el que preguntaba cómo estabas. Me acuerdo de una vez que no podía dormir y me dijo: 'Probá este relajación'. La hice y me dormí en seguida. Hasta el día de hoy cuando me siento ansioso o nervioso la utilizo.

- ¿También es dar charlas motivacionales?

- Cuando se necesitaba y así lo sentía. Ayudaba mucho.

- ¿Sos de hablar o a eso se dedicaba más Fabricio?

- Lo que era previo a los partidos y lo competitivo lo charlaba Fabri (Díaz), pero el comportamiento yo. Me animé un poco más. Pero también hablaban Nacho Sosa, cada tanto el Cepillo (González) tiraba unas palabras.

- ¿Te sentís con ese mote de capitán sin cinta?

- No me siento, porque hay muchos líderes, era una responsabilidad compartida, eso generó mayor unión y que las decisiones fueran grupales.

- Recordando la anécdota en la que hablaste con el árbitro en la final ante Italia, ¿estaba pautado?

- Había solo dos que sabíamos inglés. Mateo Antoni y yo. Como estaba en cancha hablé yo, entonces Fabri venía y me preguntaba ‘qué dijo’ y yo le traducía. Entiende bastante, pero le cuesta hablar. Cada tanto tiraba un ‘hand, hand’ (mano, mano), o un ‘out’ (afuera).

- Entre otros de los recuerdos que no pasaron desapercibidos en el Mundial está tu reencuentro con Juanma (hermano). ¿Hubo una charla previa, te apoyaste en él que ya había jugado dos Mundiales?

- Me apoyé siempre en él, porque me apoyo mucho en mis hermanos, también con Martín y Juan Pablo, que no jugó. Antes del Mundial me dijo que disfrute, que son etapas que son una vez en la vida. Tenerlo ahí cerca en el Mundial fue muy lindo, más después de un año que no nos veíamos. Verlo emocionado me llena de orgullo, siempre me tocó a mí verlo de afuera y que él me vea esta vez es inexplicable. En ese rencuentro lloró y me hizo llorar a mí.

Sebastián Boselli se abraza con un hincha en la llegada a la concentración.
Sebastián Boselli se abraza con un hincha en la llegada a la concentración.
Foto: Mateo Vázquez.

- ¿Sentiste algún tipo de presión previa de estar a su altura?

- La única presión que tenía era la mía, el decir estoy acá y quiero aprovecharlo al máximo. Pero tenía mucha confianza en el proceso, en el equipo y en mi trabajo desde chiquito.

- Siguiendo con tu familia, hace unos días escuché a tu papá decir: ‘Ahora Seba no es mi hijo, yo soy el padre de Seba’. ¿Qué te hace sentir?

- Es un gran cambio en la forma de vida. Como dijo él, a mí antes me conocían por ‘el hijo de’, había ciertas cosas que me jugaban en contra que ahora me juegan a favor. Es una emoción, un orgullo, algo que no esperaba vivir.

La familia Boselli, la barra brava de Sebastián.
La familia Boselli, la barra brava de Sebastián.

- ¿De alguna manera fue probar que sos campeón por ser Juan Sebastián Boselli y no el hijo de?

- Nunca sentí que tenía que demostrarle nada a nadie. La copa es por el equipo, Juan Sebastián Boselli no hubiese hecho nada solo.

- A raíz de tu gran desempeño es que grandes equipos se interesaron por vos, uno de ellos fue River. ¿Te sorprendió?

- Lo de River me sorprendió mucho, está muy bueno que un equipo tan grande te esté mirando. Me gustaría ir a cualquier equipo así de grande. Ahora solo queda esperar y tener paciencia. Si me pongo a pensar en todo eso se me va la cabeza.

- ¿Te gustaría más el fútbol argentino o te imaginás en Europa?

- No me imagino nada. Esa es la realidad. Prefiero vivir día a día. Me gusta el fútbol argentino, es muy dinámico y siento que es un nivel más alto que acá. Sería muy lindo jugar allá. Ni que hablar Europa, que es a donde todos queremos llegar.

- ¿Te esperabas la citación a la mayor? ¿Cómo fue recibir la noticia en el hotel teniendo en cuenta que eran solo siete de 21?

- Broli antes de entrenar nos dijo que le habían preguntado si podíamos y que había dicho que sí, pero que no sabía a quiénes. Cuando nos enteramos estaba con Facu en la habitación y lo primero que me salió fue abrazarlo. Todos llegaron a felicitarnos, fue un premio a lo que habíamos logrado con el resto del equipo. Sin ellos no lo hubiésemos logrado.

- ¿Cómo es Marcelo Bielsa?
- Demuestra que sabe mucho, tiene muchos conceptos. El poco tiempo que estuve absorbí mucho, ahora me queda aplicarlo en cancha.

-¿ Esta vez fue distinto entrar al Complejo Celeste?
- Sí, los compañeros que tenés son jugadores que veías en la tele, un nerviosismo distinto, de querer medirse y mostrarse.

-¿Te quedaste con ganas de debutar frente a Cuba o ya sabían que no iban a entrar?

-Lo suponíamos más o menos, pero la ganas siempre están. Ojalá se dé en poco tiempo.

- ¿Y ahora qué le mueve el piso a Boselli?
- El piso se está moviendo constantemente. Con todo lo que pasó, todo me emociona.

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